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Notarios ¿Quiénes son?

(columnajavier)

Institución milenaria impuesta por el estado para que actúen como ministros de fe. En Chile son 331 que se rigen por El Código Orgánico de Tribunales. Son designados por el presidente de la República a propuesta de las Cortes de Apelaciones. El Ministro Carlos Aránguiz de la Corte Suprema ha reconocido que los nombramientos suelen obedecer a “pago de favores” otros señalan que se favorece a parientes de magistrados y también hay los hereditarios. Cada uno tiene su territorio exclusivo, sin competidor y el precio lo fija arbitrariamente el ministerio de justicia, ambos actos son penados por el DL 211 sobre la libre competencia. Es tan exclusivo el sistema que si por cualquiera razón el notario está ausente de su ínsula, la corte de apelaciones respectiva designa un suplente. Las 331 notarías corresponden a un número arbitrario fijado por el estado, cualquiera que sea la demanda, al igual que el precio por sus servicios. Es una actividad oligopólica. No hay libertad de entrada. Es peor que el caso de los taxis porque no habrá Uber ni B&B de notarías. En algunos estados de USA no existen las notarías y en otros cualquier persona debidamente registrada puede actuar como ministro de fe.

 

El precio por su firma fue determinado por el decreto 587 de 1988 del Ministerio de Justicia y de ahí en adelante se corrige anualmente por IPC. Solicitado a dicho ministerio la metodología, respondieron que no disponen de antecedentes de hace 29 años. No hay un mecanismo tarifario que simule la competencia como es el caso de las leyes tarifarias de la energía y de los servicios sanitarios. Además, hay evidencias de que estos precios no son respetados. Por una misma firma puede haber diferencia hasta de 300 % de una notaría a otra. La prensa ha informado que un notario percibe utilidades en torno a US $ 900.000 anuales. (Un informe de la PDI concluyó que una ex archivera Hilda Aguirre tuvo ingresos por $1.821.471.725 en 2010) Es la remuneración más alta de un funcionario público (son auxiliares de la justicia). Envidiable para cualquiera actividad.

 

¿Cuál es el servicio que prestan por ese valor? Con su firma certifica lo que los comparecientes afirman, sin pronunciarse si es o no verdad, igual cosa si los documentos exhibidos son o no auténticos. ¿Leen los notarios un contrato de compra/venta de un inmueble con un crédito hipotecario que tiene una extensión de 10, 15 o más páginas o un acta de una polémica junta de accionistas de 50 páginas?

 

Pero aparte de esta falla del estado, la pregunta que surge es ¿quién es en realidad el notario? En muchos documentos certificados se antepone al nombre del notario la frase “ante mi” porque la ley exige la presencia física del requirente, cosa que casi nunca ocurre. El “ante mi” es reemplazado por el carnet de identidad. Cuando una persona acude personalmente, hace cola, lo atiende un funcionario que le pregunta que desea, le pide el carnet de identidad, los papeles que presenta, escribe lo que se certificará, muchas veces un texto ya pre elaborado. Le entrega un vale para pagar por la gestión y el documento autenticado “ante mi” por el notario se le entrega a la salida previa verificación de la boleta de servicios. Todo este trámite podría ser sustituido por una robotización notarial, pero la ley establece que son nulos los documentos que fueren autorizados por personas que no sean notarios (Art. 426 N°1), lo que excluye a los funcionarios de la notaría aun cuando ostenten el oficio de “Técnico Jurídico para Notaría” a los que se ofrece $ 350.000 mensuales, 10 % más que el salario mínimo (Notaría Myriam Amigo, Santiago).

 

¿Qué preparación tiene el funcionario de la notaría con esa remuneración? No sabemos, pero con certeza no es ni abogado ni estudiante de derecho. A lo más, tiene experiencia por algunos años o un curso on line. Personalmente confío más en el párroco de mi barrio y en personas probas que conozco que en un desconocido que sostiene falsamente que estuve “ante él”.

 

Por otra parte, si vamos a innovar, debe eliminarse la emisión de múltiples documentos que requieren certificación notarial para trámites públicos y también privados ya obsoletos y que con toda seguridad crean una falsa demanda. Mis estudiantes se mueren de la risa cuando les explico qué es un certificado notarial de sobrevivencia en que el notario certifica que yo soy yo y que estoy vivo. Era comprensible hasta el siglo pasado que se solicitaran este tipo de documentos porque no todo el mundo tenía carnet de identidad. Hoy está superado. Nuestro Rut con que nos identificamos está en cientos o miles de bases de datos. Podemos utilizar con idéntica validez nuestra firma electrónica avanzada (ley 19.799).

 

El gobierno piensa que aumentando en 100 el número de notarías introducirá competencia. Pero ¿Cómo podrán bajar los precios si ya están fijado automáticamente por el ministerio de justicia sin ninguna justificación? De igual modo, dado que en la práctica no se cumplen los requisitos para certificar, es mejor abrir el mercado y permitir que personas con buenos antecedentes puedan ser ministros de fe.

 

Javier Fuenzalida Asmussen

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Diario El Cachapoal - Región del Libertador General Bernardo O'Higgins, Chile.
Fundado en Rancagua el 05 de Noviembre del 2003.