Hace unas semanas fue de conocimiento público los hechos ocurridos con un falso oftalmólogo, quien participó en varios operativos médicos en la Región
Está situación salió a luz pública, luego que el Dr. Rodrigo Díaz Ureta, Oftalmólogo, Subjefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Regional Rancagua, detectara que había una persona atendiendo y recetando lentes haciendo uso de su nombre y registro médico, motivo por el cual realizó una denuncia en el Ministerio Público, el que inmediatamente comenzó una investigación por parte de la BICRIM de la PDI.
El resultado de esta investigación fue la formalización de Jonathan Martínez Espina por el delito de usurpación de nombre, ejercicio ilegal de la profesión de médico, falsificación de firma y estafas reiteradas, quedando en prisión preventiva, además los coimputados María Paz Sepúlveda Garrido y Pedro Carrasco Rodríguez, fueron formalizados por estafas reiteradas y resultaron con la medida cautelar de firma semanal.
En conversación con el Oftalmólogo Rodrigo Díaz Ureta, este comentó su preocupación frente a este tipo de hechos y los perjuicios con los que ha tenido que lidiar este último tiempo.
“En este momento se están recabando más antecedentes, pues actualmente hay cuatro formalizaciones, son cuatro delitos, pero pueden terminar siendo siete. Son varias las personas las que participan en esta banda. Ningún operativo fue legal, que quede clarísimo, para hacer un operativo en un lugar que no tenga una resolución sanitaria, se necesita una por un tiempo acotado, indefinida o renovable. Se hacían entre tres a cuatro operativos a la semana los últimos seis años, por tanto se puede deducir la cantidad de pacientes que vieron en forma ilegal”.
Esta banda operaba desde Viña del Mar, donde tenían una oficina y participaron en operativos en San Vicente de Tagua-Tagua, Viña del Mar, La Calera, San Felipe y Los Andes.
El profesional afectado entregó algunos detalles básicos de lo que debiera ser una atención oftalmológica, considerar que es imposible atender a ochenta personas en un par de horas, ya que, este tipo de atención implica mucho más que recetar un par de lentes.
Es necesario informarse en qué lugar estudió el facultativo, ante cualquier duda consultar si esa persona cuenta con un título profesional acreditado para efectuar la atención de salud requerida.
“estos operativos no es casualidad que los hagan en pueblos retirados y chicos, ya que la gente no pone en duda si es legal y si está auspiciado por una caja de compensación menos, esto es un engaño con alevosía” comentó el profesional.
El magistrado a cargo del caso fijó un plazo de cien días para investigar, cumplido el plazo se conocerá la cantidad de imputados y las penas que puedan recibir cada uno.