La idea es que los alumnos logren optimizar sus condiciones socio laboral y capacidades personales para asumir desafíos más creativos y productivos.
Comenzaron los descuentos para finalizar el Programa de Innovación y Emprendimiento, dictado por la Pontificia Universidad Católica de Chile y financiado por el Gobierno Regional a través del Fondo de Innovación para la Competitividad, para jóvenes de liceos agrícolas de la región de O´Higgins.
El objetivo de esta iniciativa es promover, desarrollar e incorporar los conceptos de “innovación” y “emprendimiento” en la educación formal de jóvenes, que optimicen sus condiciones socio laboral y capacidades personales para asumir desafíos más creativos y productivos orientados a mejorar la calidad de vida de ellos y de sus familias.
Una de las líneas que contempló el proyecto es instaurar un programa extra programático que incentive el emprendimiento en los alumnos y además les entregue herramientas que les permita generar sus propios negocios apenas salgan del colegio. Hasta la fecha sólo quedan cuatro clases para presentar el proyecto final y acceder a los seis tipos de financiamiento que se entregarán a los mejores trabajos.
Innovando en la sala de clases
En el primer semestre, los estudiantes aprendieron a desarrollar la creatividad e innovación, a mejorar su autoestima, trabajar en equipo y realizar presentaciones efectivas. Gracias a todas las experiencias vividas, hoy cuentan con las habilidades blandas que se necesitan para trabajar en un proyecto grupal que requiere un enorme esfuerzo y una gran cuota de perseverancia.
Actualmente, los estudiantes seleccionados de los liceos agrícolas de la región de O’Higgins, están cursando el módulo de evaluación de proyectos, con el economista y profesor de la escuela de agronomía de la PUC, Juan Pablo Subercaseaux. En la primera y segunda sesión, aprendieron las claves para que un proyecto sea realizable. El docente recalcó a los alumnos la importancia de revisar si el producto o servicio que van a ofrecer es necesario, si cuentan con los recursos para llevarlo a cabo y los mecanismos para mantener el negocio. Luego, los estudiantes aprendieron a analizar sus ideas con la matriz de negocio y las 5 Fuerzas de Porter.
Se espera que al finalizar el proyecto se logre que los alumnos con pocos recursos puedan llevar adelante algún negocio agrícola innovando en su medio natural.