Actualmente las vacas lecheras tienen rendimientos que se estiman en alrededor de un 16% superiores a los obtenidos hace una década, lo que ha obedecido a inversiones en genética y mejoras en los manejos nutricional y sanitario, entre otros. Sin embargo, la crianza de la reposición no ha sido mejorada todo lo necesario como para facilitarle alcanzar todo su potencial.
Una vaquilla que ha sido manejada cuidadosamente desde su nacimiento, ostentará parámetros productivos visiblemente mejores al incorporarse al grupo productivo.Altas ganancias diarias de peso durante las primeras 6 semanas de vida resultan en aumentos significativos del rendimiento lácteo en la primera lactancia, pero este crecimiento acelerado temprano es muy difícil de conseguir usando los sistemas tradicionales de alimentación.
Los procedimientos habituales de crianza buscan optimizar los rindes a través de menores costos por kilo ganado, sin embargo, alimentar buscando obtener los mejores rendimientos es la clave para que las vaquillas alcancen su potencial a lo largo de su vida productiva…la incidencia de la tasa de crecimiento antes del destete es hasta 7 veces más importante que la de la genética.
Por otra parte, si bien es sabido que existe una directa relación entre un mayor peso al momento del parto y el rendimiento lácteo de la primera lactancia, lo que probablemente no se ha asimilado en toda su magnitud es que si la hembra esgorda, lo que implica que su desarrollo ha sido más graso que muscular y óseo, será más propensa a presentar un muy bajo apetito post-parto, lo que la conducirá a un profundo desbalance energético que deberá suplir con sus reservas lipídicas, con todas los detrimentos en salud y producción que eso tiene como resultado.
Richard Kirkland, gerente técnico de Volac (Reino Unido), y experto en la crianza de terneras, estuvo recientemente en Chile para dar a conocer Heiferlac, un sustituto lácteo completo que reemplaza en un 100% la leche materna y que se ha diseñado para lograr altas tasas de crecimiento en las primeras etapas. Su formulación, alta en proteína láctea pura (26%), lactosa y con inclusión de aceites vegetales en un adecuado balance, es capaz de conseguir elevadas ganancias de peso magro durante la lactancia, que permiten dar el mejor comienzo a las terneras de reposición de la lechería moderna.
La lechería moderna es aquella que se concibe como un negocio, como una industria donde cada pieza debe ser ponderada correctamente por su peso en los costos y ganancias actuales y futuros. Si bien el uso de sustitutos lácteos puede ser una manera efectiva de reducir costos de manera inmediata, no se debe perder de vista que la crianza de la reposición es el semillero de donde se obtendrá el ganado que unos meses después será la fuente donde se sustente la mayor parte de la rentabilidad del predio lechero, y por lo tanto no es el lugar adecuado desde donde se debe restar recursos. Muy por el contrario, la tendencia debe ir hacia mejorar los insumos y las técnicas, y hacia la incorporación de tecnologías que permitan, por un lado, optimizar el uso de los recursos, y por el otro, tener un mayor manejo de información para una toma de decisiones acorde con la real situación que se enfrenta. Ejemplo de ello es la adopción de sistemas automatizados de alimentación, que no sólo permiten que las terneras puedan ser separadas en grupos y ser alimentadas y manejadas de manera individual, sino que nos entregan valores reales de consumo que hacen posible una evaluación veraz del rendimiento del sustituto usado, en términos de ganancia de peso y eficiencia de utilización.
Por todo lo anterior resulta válido preguntarse: ¿Qué tan a menudo estoy revisando los costos y los rendimientos de mi crianza?…y tal vez concluya que ha llegado el momento de modernizarse.
Antonella Dagnino
Médico Veterinario de AgroGlobal Chile
