Me encanta la navidad, por sus olores, colores, mas por sobre todo el encuentro familiar que siempre está y estará, pues no es necesario que sea navidad para reunirse, pero esta fecha es especial, los abrazos saben mas intensos, los saludos son mas cariñosos …el entorno se viste de colores y eso me hace feliz y vuelvo a mi niñez…
Y así como el espacio familiar se transforma, también sucede con las calles, las tiendas y sus vitrinas. Llega la temporada donde las vidrieras se transforman, se llenan de colores, de formas, de brillos y un sin fin de detalles para exhibir sus productos, llamando la atención de paseante.
Lo interesante y atractivo, es cuando son desafiantes y se atreven a vestir una vitrina, con tonos diferentes a los clásicos sin perder la esencia, ni el concepto al que hace referencia…en este caso navidad.
Estas vidrieras destacan por sus colores, por la simpleza de su decoración sin dejar atrás el mensaje de navidad. Y por sobre manera la sutileza de incorporar el producto como elemento decorativo.
Indistintamente, nos guste o no celebrar esta fecha, no podemos negar que existe una preocupación por vestir las ventanas de los negocios, para atraer más público a sus locales y destacar entre la competencia, pero también es cierto que nos gusta detenernos y hacer volar nuestra imaginación cada vez que estamos frente a una de ellas.
¿Cuál será la vitrina que atrapara tu mirada?
Clo