Cuando uno viaja, siempre se da el tiempo para comprar algún recuerdo especialmente artesanía. Pero no todo lo que vemos vale la pena o lo encontramos caro…demasiado caro!
Pues bien, ya les he comentado que viajo seguido debido a una de mis actividades y esto me permite descubrir muchas cosas en cada viaje.
Hace poco estuve en Machuca una localidad que queda a 4 mil metros de altura aproximadamente (Interior de San Pedro de Atacama) y conocí una señora que trabaja en artesanía, cuyo trabajo es de sol a sol, con todas las inclemencias del tiempo y lo que significa vivir en el desierto de Atacama. Trabaja la lana, desde la obtención de esta, pasando por todos los procesos hasta llegar al producto final, allí me pregunto ¿es caro lo que vende? Y mi respuesta es No, es un valor justo tras un largo proceso.
Entonces entiendo que son los extranjeros los que compran mayoritariamente estas artesanías y no el turismo nacional. Debido a esto concluyo que somos egoístas, poco curiosos en descubrir el trabajo que hay tras un producto artesanal o tal vez tenemos un pre-concepto de estos, lo que nos lleva a no apreciar ni darle el valor justo que hay tras una artesanía como producto terminado.
Si debo reconocer que en muchos lugares encontramos trabajos que no están bien realizados, que no tienen un buen acabo y esto sucede tanto en Chile como en otros países.
Por lo mismo les invito a conocer artesanos, comprar sus productos cuando estos nos gusten, nos provoque satisfacción y sobre todo si consideramos que se transforman en piezas de diseño que puedo destacar en algún lugar y no ocultar porque es una artesanía. Busquemos con más tiempo un adorno, un regalo, un objeto de arte, sencillo pero con trabajo y paguemos lo justo ni más ni menos, pues muchas veces pagamos mas por un producto elaborado en serie y que esta etiquetado por alguna marca conocida.
¿Qué artesanía comprarás si te toca regalar o regalarte?
CLO