En los meses de verano, durante la temporada de playas y piscinas, según datos estadísticos de la Jefatura Nacional de Homicidios (Jenahom), se registra un alza en las muertes por inmersión. Es por esto, que la PDI inicia una campaña a nivel nacional enfocada en la prevención de este tipo de accidentes, la que está orientada principalmente a promover el autocuidado de adultos, menores de edad, adultos mayores y personas con capacidades diferentes.
Según la OMS (2012), los ahogamientos son la tercera causa de muerte por traumatismo no intencional en el mundo y suponen un 7% de todas las muertes relacionadas con traumatismos; se estima que, a nivel mundial, las muertes por este tipo de hecho corresponden a 388.000 anuales.
De acuerdo a la base de datos de la Jefatura Nacional de Homicidios, y que corresponde a información de aquellas concurrencias diligenciadas por algunas de las 22 Brigadas de Homicidios asentadas en las distintas regiones del país, del total de Sitios del Suceso catalogados como Muerte, el 7% corresponde a ahogamientos o inmersiones (797 casos), entre los años 2006 y 2013 a la fecha.
En nuestra región de O´Higgins, se han registrado 75 casos de muerte por inmersión desde el 2007 a la fecha regsitrados por la PDI, de los cuales tenemos 30 fallecidos por inmersión en ríos, 18 en canal, 15 en canal de regadío, 4 en lago,2 en pozo, 2 en tranque y 1 en estanque.
Es importante señalar que a nivel nacional, el rango etario donde más muertes se producen por inmersión va desde los 15 hasta los 55 años, siendo el tramo de los 50 a 55 años el que tiene la mayor cantidad de víctimas con 84, seguida por el tramo de los 20 a los 24 años con 73. No podemos dejar de mencionar a los menores que van de los 0 a los 4 años, donde se registraron 43 victimas lo que se traduce en la muerte de menores de edad en lapsos de tiempo en que éstos no estaban siendo vigilados por un adulto.
Algunos factores de riesgo por inmersión son la edad, ya que se vincula a accidentes acaecidos cuando menores de edad se encuentran sin supervisión de un adulto responsable. De acuerdo a los datos entregados por la OMS, los menores de 5 años suelen presentar los mayores índices de mortalidad por ahogamiento. Otro factor de riesgo es el sexo y los hombres presentan un índice de mortalidad mayor que el que ostentan las mujeres; lo mismo ocurre en el caso de muertes por inmersión. Los hombres están más expuestos al riesgo de ahogamiento y tienen más probabilidades de sufrir un episodio de ahogamiento no mortal. Los estudios del tema, indican que los varones se exponen más al agua y realizan prácticas más arriesgadas como, por ejemplo, bañarse en lugares prohibidos, en solitario, tras haber consumido alcohol, etc.; y el factor de riesgo más importantes es el acceso al agua, los niños que viven cerca de puntos o cursos de agua al aire libre, corren especial peligro de este tipo de muerte accidental. Además, en las localidades donde existen actividades económicas vinculadas al agua, como la pesca, suelen registrarse mayores cantidades de muertes por inmersión.
Lo que debe Ud. hacer en caso de inmersión prolongada bajo el agua es actuar en forma rápida, el factor determinante del pronóstico neurológico es la rapidez con que se instaura la reanimación cardiopulmonar y se recupera la respiración espontánea y la contracción cardíaca, es por ello que el tratamiento debe comenzar, siempre, en el mismo lugar del accidente.
Hay que considerar, que generalmente se desconocen las circunstancias que rodean un accidente por inmersión, por lo cual, los rescatistas no saben cuánto lleva la víctima sumergida. No obstante, hay algunos datos que hay que tener en cuenta:
1.- Lo más importante, es extraer a la víctima del lugar del ahogamiento e iniciar prontamente las medidas de reanimación.
2.- El tratamiento de reanimación debe iniciarse en el lugar del accidente.
3.- Si la víctima comienza a toser o a escupir agua por su nariz y boca, hay que ponerlo de lado, esto ayuda a evacuar el agua de los pulmones. Además, si la persona se encuentra tendida, debe inclinar hacia abajo su cabeza, con el propósito de reducir el riesgo de que el agua retorne a los pulmones.
4.- Nunca intentar rescatar a alguien que está más allá de sus posibilidades físicas, la idea es evitar que hayan más víctimas.
CONSEJOS PREVENTIVOS:
En personas adultas:
Los pequeños deben estar permanentemente acompañados de una persona adulta y responsable, especialmente si no saben nadar.
Preocúpate de que las piscinas posean una adecuada reja perimetral que impida el ingreso de los menores cuando ésta no se encuentra en uso.
Evita dejar cerca de la piscina o dentro de ella, elementos que puedan llamar la atención de los menores como pelotas o juguetes, pues los niños pueden intentar buscarlos y caer accidentalmente al agua.
No dejes nunca al menor sólo en un lugar con agua, aunque sea una pequeña cantidad.
Enseña tempranamente a tus hijos a nadar.
En menores y niños:
Respeta siempre las señaléticas que indican los lugares no aptos para el baño.
Evita realizar acciones imprudentes o conductas temerarias.
Prefiere siempre los lugares habilitados para el baño y con el respectivo personal salvavidas.
No consumas alcohol previo al ingreso al agua, ya que su ingesta en exceso puede resultar fatal.
Evita ingresar al agua luego de haber comido para evitar los calambres al interior.
Para la Policía de Investigaciones, es fundamental prevenir a la comunidad sobre los distintos tipos de delitos y hechos que atenten contra la vida, integridad y seguridad de las personas. En este contexto, es de vital importancia prevenir la muerte por inmersión más aún en época estival, considerando la afluencia de público a playas, piscinas, ríos, lagos, etc.