Como consecuencia del paro que comenzó el viernes, se están viendo afectadas 1.600.000 cajas de frutas frescas en el Puerto de San Antonio, lo que significa una disminución del 28% de las exportaciones de frutas de Chile comparado a la temporada anterior en el mismo período.
Como consecuencia del paro que está afectando al puerto de San Antonio debido al pago retroactivo de media hora de colación, “el sector agroexportador de Chile debe asumir costos de un conflicto en el que no tiene responsabilidad alguna. Esta es una situación catastrófica e insostenible”, aseguró una vez más el presidente de la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile A.G (Asoex), Ronald Bown, durante una conferencia de prensa esta mañana.
“Hacemos un llamado al Presidente de la República a que se involucre en las negociaciones, porque nos vemos nuevamente involucrados en una situación que debe ser solucionada a la mayor brevedad posible, porque si persiste más allá de este fin de semana, tendremos un problema irreversible que queremos evitar. Las consecuencias comerciales de estos problemas se pagan a largo plazo y todo el trabajo que hemos llevado a cabo para competir en las grandes ligas, quedará en cero y nuestra competencia tomará la ventaja”.
Por el puerto de San Antonio se exporta aproximadamente el 33% de las frutas frescas, entre las que destacan la uva de mesa, manzanas, kiwis, arándanos, peras, ciruelas y paltas, y sus principales destinos fueron Europa, Estados Unidos, Latinoamérica y Asia, lo que en valor FOB, representó la temporada pasada la suma de 1.425 millones de dólares, de acuerdo a las estadísticas de ODEPA/Aduanas.
“La primera semana de Enero, y debido principalmente al paro portuario en San Antonio, las exportaciones de frutas de Chile disminuyeron en un 28% comparado a la temporada anterior en el mismo período. Este porcentaje significa aproximadamente 1.600.000 cajas con un valor FOB aproximado de US$24.000.000”, aseguró Bown.
Dado que aproximadamente el 80% de las exportaciones frutícolas chilenas se realizan en contenedores, la infraestructura y logística de otros puertos se verían colapsados por la gran cantidad de volumen a ser exportada durante las semanas peaks de la industria frutícola chilena de exportación, “lo que hace urgente la necesidad de reanudar las faenas en el puerto de San Antonio, para no continuar retrasando ni dañando la fruta que se encuentra lista para su exportación”, reiteró.
Actualmente, se ha exportado 21% de la temporada en curso que se inició la primera semana de septiembre y se ha ido desarrollando de acuerdo a las proyecciones realizadas post-heladas y sequía en el norte, cuyo pronóstico es de un -13% menos de oferta exportable.
A la fecha, sólo las cerezas (+15%) y nueces (+18%) marcan un aumento de exportaciones mientras que los duraznos (-64%), ciruelas (-63%), damascos (-75%) y uva de mesa (-12%) son las especies más afectadas.
Situación del agro
El sector agrícola ha debido enfrentar situaciones adversas los últimos años, lo que incluye dos paros portuarios en 2013 con un costo negativo, sólo en fruta, algo superior a los 250 millones de dólares.
A ello se suman las peores heladas en los últimos 50 años en la zona central con un costo de pérdida de fruta de al menos 600 a 800 millones de dólares.
Paro de empleados públicos (SAG y Aduanas) en períodos pre-navidad y fin de año, fechas óptimas de precios de las frutas de temporada y cuyo despacho no fue posible hacer oportunamente. El costo asociado se estima en no menos de 100 millones de dólares FOB en ventas.
Un nuevo paro portuario desde la semana pasada en San Antonio, con posibilidades de extenderse a otros puertos, tiene hoy más de 300 contenedores “secuestrados” con frutas altamente perecibles como arándanos, carozos y uva de mesa. Estas pérdidas pueden alcanzar ventas en valor FOB cercano a los 10 millones de dólares.
Rechazos del SAG/USDA y cambio de estatus de exportación a los Estados Unidos de América en arándanos, por plaga en algunas zonas del valle central, significando hoy una perdida potencial no inferior a los 300 millones de dólares.
Adicionalmente los efectos negativos en la contratación de mano de obra, es también un aspecto en evaluación.
“Afirmamos, sin temor a equivocarnos, que este último período estamos sufriendo como industria una catástrofe mucho mayor al llamado “caso del cianuro” ocurrido en 1989, porque las pérdidas por estos diversos eventos adversos a la fecha superan los mil quinientos millones de dólares”, finalizó Bown.
