Por David Pérez Arce
Fue un año de sequía, es un verano con mucho viento. Si a eso se suman la altas temperaturas, las condiciones para que el fuego se propague con fuerza son óptimas.
La temporada 2013-2014 está marcando el triste record de ser la más destructiva de los últimos 25 años.
Son 23 los incendios forestales activos, a lo largo de todo el país, que ha significado la destrucción de más de 28 mil hectáreas.
Según las estadísticas, un 30% de estos siniestros que se han registrado en el último tiempo han sido intencionales y un 55% por accidentes, especialmente descuido humano.