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La obsesión por la universidad

columnista3

 

¿Cuántos años cree usted que existe el deseo e interés por tener una universidad en Rancagua…?

 

Esta historia es difícil que la conozca, pero… vayamos al relato.

 

En la década de los años 60, se creó en Rancagua el “Comité pro Universidad”. Estaba integrado por los clubes: Leones, Rotary, Cámara de Comercio e Industrias.

 

La primera tarea que se dieron, fue el realizar un “estudio” para conocer qué tipo de universidad era la más conveniente crear…

 

A todo esto, le pidieron la colaboración a los trabajadores de los 8 sindicatos de El Teniente. Estos fueron los que primero respondieron afirmativamente y entregaron su primer aporte un Eº por cada socio. (Esta era la moneda que tenía nuestro país, que debió ser retirada por la enorme devaluación. (Ahí nació el $ La diferencia Eº 1000 igual a 1 $)

 

Pasaron los años, llegó el Gobierno Militar y los trabajadores del cobre a través  del presidente de la Zonal El Teniente, que agrupaba a los 8 sindicatos, pidieron cuenta y la respuesta fue esa era una tarea del Ministerio de Educación. Cuento corto, los trabajadores mineros que tenían esos recursos depositados, adquirieron una propiedad de la familia Nylun y la destinaron a la formación de un asilo para ancianos. Por eso que ese hogar se llama San Lorenzo.

 

Durante los 20 años de gobiernos de la Concertación, revivió este interés por crear una Universidad y la discusión en el CODERE, Consejo de Desarrollo Regional partió con fuerza, chocando en la idea ¿Cuál es la universidad que queremos…?

 

A todo esto, la Empresa de Servicios Sanitarios El Libertador, ESSEL, había solicitado recursos para ejecutar obras de agua potable y alcantarillado, recursos regionales que se le asignaron en calidad de préstamo. El Gobierno de turno (R. Lagos) decide vender las acciones de la empresa sanitaria a los españoles. El Intendente Carlos Bravo presidiendo el CORE (Había cambiado de nombre ahora era Consejo Regional) solicita la devolución y se recibieron MIL MILLONES DE PESOS.

 

Por acuerdo del Consejo, fueron destinados para la creación de la futura universidad. A todo esto, pasaron los meses, los mil millones estaban depositados en la cuenta del Gobierno Regional, al llegar el 31 de Diciembre y al no haber sido ocupados… pasaron a “Fondos Generales de la Nación”… (Se perdieron esos mil  millones de pesos y nadie dijo nada…)

 

La última parte y fin de la historia, siendo don Héctor Huenchullán, Seremi de SERPLAC, dado su experiencia de haber sido Seremi de Educación, se encargo de elaborar el proyecto de la universidad y estableció contacto con la Universidad de Valparaíso y también con la UTEM de Santiago. Cuando dejó el cargo de Intendente Carlos Bravo, el CORE Víctor Núñez Valenzuela, en su discurso expresó: “Dejamos a la Región con dos Universidades”…

 

Llegó de Intendente el Sr. Huenchullán y le correspondió poner en marcha el proceso de construcción de las dos universidades, una en Rengo y la otra en San Fernando.

 

El caso de la Universidad de Valparaíso fue un fraude, (la UTEM también) y… no había medio alguno, de todos los intentados para hacer posible crear la universidad.

 

No me pregunte cuántos son los recursos del Gobierno Regional invertidos para construir y crear estas dos universidades, porque ese es tema para otro comentario…

 

Resumiendo, la idea de la universidad para la región se arrastra por más de 60 años y cuando en la actualidad los alumnos estudian Online, a través de Internet en sus domicilios: ¿se justifica seguir con el cuento de la universidad?

 

 

David Pérez Arce

Periodista

 

 

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