Por David Pérez Arce
Tras alcanzar el título de campeón del futbol chileno del torneo del año 2013, se fueron tejiendo muchas ilusiones en la tienda celeste. Una de ellas, fue el haber logrado llegar a la Copa Libertadores de América quedando en el Grupo 3 junto a Lanús de Argentina, Cali de Colombia y Cerro Porteño de Paraguay.
Le tocó debutar como visitante, frente a Lanús y al empatar 0 a 0 en Argentina, se inició una campaña en la que se cifraron esperanzas. Si a ello se agrega que en la competencia local mantuvo su racha de invicto, como que se llegó a un record de 14 encuentros sin conocer la derrota.
O’Higgins exhibía uno de los arcos con una cantidad ínfima de goles, producto de una buena defesa, el polo opuesto que no cuenta con una delantera que tenga un volumen ofensivo muy abultado, lo que también juega en su contra.
Se llegó a este encuentro del martes, frente a Lanús, donde el único resultado que buscó el equipo celeste, era ganar para ascender a los octavos de finales.
Lo que no estaba en el libreto, es que Lanús llegaría con un arquero, Agustín Marchesin quien tuvo una noche excepcional, pues ahogó el grito de gol en la garganta de los 12 mil espectadores, en varias ocasiones.
La mayor frustración llegó al minuto 85, cuando Pablo Calandria desperdició la oportunidad de un penal, no convirtió, mérito de la atajada de Marchesin.
El inicio del año había sido muy feliz, las ilusiones se esfumaron, pero vendrá la etapa de preparación para el año venidero.
