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Muy cerca de un Santo, Juan Pablo II

columnista3

De las historias que acumulo en mi bitácora reporteril, algunas de ellas son insólitas, y otras, hasta increíbles…

 

Una de estas últimas el relatar en un breve comentario, que estuve reporteando, con grabadora en mano, desde muchos meses antes que llegara a nuestro país, el más ilustre de los visitantes, el Papa Juan Pablo II quien visitaría nuestro país.

 

Arribó el día jueves 01 de abril de 1987 el día lunes 06 de abril.

 

Abandona nuestro país, desde el Aeropuerto Cerro Moreno de Antofagasta a las 13:35 horas.

 

Estaba trabajando en Chuquicamata, acreditándome como periodista, y que solamente eran 120 credenciales en todo el país.

 

Hubo una un proceso de preparación que se realizó en Antofagasta para recibir toda la información y la entrega de credenciales, para cada uno de los actos, a los que podíamos llegar para tener acceso a la información.

 

Lo primero que teníamos claro era: La visita del Santo Padre, lo dice el mismo, tiene un carácter exclusivamente pastoral. Era una visita apostólica para tomar contacto con el mayor número posible de  personas y para predicarles la Palabra de Dios y celebrar con ello la Eucaristía.

 

Todo el programa que preparo la Conferencia Episcopal, fue revisado y debió recibir la aprobación del Santo Padre para poder ser  considerado como oficial.

 

No deseo referirme, en esta oportunidad, como la clase política de nuestro país tejiendo las situaciones más increíbles, una de ellas era que provocaría un cambio de gobierno.

 

Me quedo con el recuerdo, de una voluminosa carpeta, muy bien preparada y en cuya portada se lee: “Juan Pablo II Mensajero de la Vida; Visita de SS Juan Pablo II a Chile, 1987”.

 

Lo que tengo grabado en mi retina, era que su caminar por las calles de Antofagasta, la gente se arrodillaba en las veredas y lloraba, porque la aureola de Juan Pablo II era realmente luminosa y esa energía celeste era recibida por una multitud que le entregaba aplausos de cariño.

 

Con toda mi familia vivimos esos días que son de ensueño. Mi señora, (la rucia para mí) junto a mis hijos, lo único que hicimos el lunes por la tarde, el ir rescatando todos los recuerdos que nos dejaba tan especial visita.

 

Nunca imaginé, que estando aun con vida, podría escribir un día una crónica en la que relatara: Yo estuve con un Santo.

Este fue uno de los hechos vividos en mi larga carrera profesional que más me ha impactado, muy difícil de borrar menos olvidar.

 

 

David Pérez Arce

Periodista

 

 

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Diario El Cachapoal - Región del Libertador General Bernardo O'Higgins, Chile.
Fundado en Rancagua el 05 de Noviembre del 2003.