Por David Pérez Arce
La ecuación del crecimiento económico de nuestro país y ante el auge del crecimiento aéreo-comercial, lleva que las autoridades de gobierno estén barajando la idea de crean un aeródromo de alternativa, para reducir la carga que en estos momentos tiene el Arturo Merino Benítez a punto de colapsar.
Según proyecta la Junta de Aeronáutica Civil, se trata solo del comienzo: hacia el 2030 se predice 47 millones de viajes (tres veces más que el actual) y en el 2050 cercano a los 70 millones.
Un documento elaborado por 17 expertos del mundo público y privado a partir de diversas comisiones y una secretaria técnica constituida el año pasado, plantea diversos desafíos al Estado.
Entre los principales esta abordar la futura saturación del aeropuerto Arturo Merino Benítez .Para ello se proponen distintas soluciones, como la construcción de un nuevo terminal aéreo en la Región de O’Higgins (sector de Rapel), que según un estudio de transporte, es el único más cercano a Santiago, donde puede edificarse un aeropuerto.
En este recinto se sugiere trasladar los futuros vuelos de bajo costo, que compensen sus menores precios con traslado a 160 kilómetros de Santiago.