El rescatar nuestro patrimonio no es fácil, pero cuando se realiza y se ejecuta bien, el resultado final se disfruta.
Hoy fui a conocer una casa que se rescato en el Barrio Yungay (Santiago/centro-poniente), casa de tres pisos, transformada en café, restaurante y ventas varias, cuadros, muebles, joyería y una oficina. Todo con buen gusto, sin grandes ambiciones, sólo querer generar un espacio que albergue todo lo nombrado armónicamente y cerca de los barrios tradicionales del centro.
Que mejor que tomar un café entre amigos, disfrutando la buena temperatura de la tarde, un buen café, un pastel rico y de tamaño normal, precios abordables (muy económico) y disfrutar de la arquitectura del barrio. Como resultado, nos deja muy contenta a las tres, con ganas de volver.
Por qué les comento esto, pues sostengo que se deben apoyar proyectos como este, proyectos que además de rescatar el patrimonio arquitectónico, generar empleos, se les da espacio a los artistas, a los restauradores, diseñadores, una cadena de solidaridad. Junto con esto, salvamos barrios y algo no menor para mí: no necesito ir a un mall, ni a una cadena de restaurante o café. Tengo todo en un lugar que me da mucho mas… me da patrimonio, historia, diseño, arte y buena compañía… Qué más puedo pedir…
Las tardes están cálidas, ¿dónde iras a tomar el café?
Clo