A través de un proyecto apoyado por la Fundación de Innovación Agraria (FIA) del Ministerio de Agricultura, la investigadora de la Facultad Tecnológica, Laura Almendares, desarrolla una propuesta que le otorga valor agregado a este fruto, con el fin de potenciar su demanda, exportación y rentabilidad.
La tuna es conocida a nivel internacional como una fruta exótica con características muy particulares, donde destacan sus espinas remanentes y gruesa piel. Esta fruta posee propiedades nutricionales y funcionales excepcionales, ya que es rica en antioxidantes y contiene un alto porcentaje de fibra, entre otras cualidades ventajosas.
La académica de la Facultad Tecnológica, ingeniera agrónoma Laura Almendares, a través de un proyecto apoyado y cofinanciado con recursos de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), dependiente del Ministerio de Agricultura, investiga el modo de reemplazar la gruesa piel de la tuna por una película comestible que permita consumirla de manera más fácil y sin que pierda sus virtudes. El propósito es otorgarle valor agregado a este fruto, incrementar su demanda y conseguir que la producción y exportación de tunas se fortalezca, aumentando su rentabilidad.
Recientemente, el equipo de investigadores del proyecto, liderado por Almendares, se reunió con productores de tunas de la comuna de Tiltil -quienes han apoyado el estudio, facilitando el acceso a los productos- , con el objetivo de presentarles los detalles de la tecnología que se está utilizando para el estudio y el proceso de recubrimiento de estos frutos.
“Nos hemos embarcado en una alternativa tecnológica inédita, no existe a nivel nacional o internacional una propuesta de pelado y recubrimiento de tunas que esté desarrollada”, remarcó la investigadora Almendares a los productores.
Por su parte, tesistas de la carrera de Ingeniería Industrial, que componen el equipo investigador, dieron a conocer la efectividad de la formación de la película comestible, la aplicación de desinfectantes y las propiedades microbiológicas en tunas recubiertas.
En la misma jornada, la encargada del Laboratorio Sensorial del Departamento de Ciencia y Tecnología de los Alimentos, Ruth Salinas, presentó el análisis realizado en dicha instancia, donde un grupo de evaluadores no detectó diferencias significativas en cuanto a la calidad de frutos recubiertos y no recubiertos.
A la luz de estos resultados, el ejecutivo del proyecto de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), Alfonso Yévenez remarcó: “Confiamos en que esta iniciativa sea una solución práctica para los productores de tunas”.
Los productores de Tiltil se mostraron entusiasmados con los resultados: “Si nosotros tenemos un producto innovador y además llegamos a otros mercados, evidentemente el valor no es comparable con la fruta que actualmente se comercializa”, destacó Nicolás Jofré, de Andes Import.
En tanto, para el agricultor Moisés Rojas, el proyecto es interesante “sobre todo pensando en la tuna de verano, ya que pasada la temporada podríamos venderla como tuna de invierno, que aumenta cinco veces su precio”, concluye.