¿Por qué en China, en Holanda u otros países nadie se roba una bicicleta? Porque la justicia es más severa y los mecanismo procesales más expeditos. En otras palabras, la esperanza matemática del valor de lo robado es inferior a la remuneración que se percibirá por un trabajo honesto. Tan simple como eso.
Victimización, aumentos de asaltos personas y hogares; robos de autos, cajeros automáticos, supermercados, todos van en aumento y los medios culpan a los carabineros, la PDI, al Ministerio del Interior (seguridad pública) y a los fiscales del ministerio público; pocos agregan a los jueces que se apartan de la ley, y a la puerta giratoria. Recientemente fue asaltado el hogar de un ministro de la Corte quien también culpó a los carabineros, la PDI y los fiscales. Nada dijo sobre las deficiencias de nuestra legislación civil y penal y sus normas procesales. La Presidenta tímidamente anuncia una nueva ley para aumentar las penas.
Protestarán los psiquiatras, psicólogos y sociólogos.
De acuerdo con la constitución los delitos y sus penas deben estar claramente tipificados en la ley… pero aquí comienzan las degradaciones. Son atenuantes que el inculpado no haya huido del país, que haya cooperado con la investigación y que muestra intachable conducta anterior, siendo esta última la más recurrida por los defensores, obteniendo sanciones leves o premios como la reclusión nocturna (todos nos recluimos en la noche en nuestros hogares), la firma semanal o la impúdica remisión. O sea nada. La mayor burla es la intachable conducta anterior porque el sancionado hasta ese momento todavía no había sido sorprendido a pesar de ser delincuente. Por otra parte hay nuevos delitos que no están tipificados en la ley, por lo tanto no pueden ser juzgados. Los de “cuello blanco” son un caso.
De acuerdo con las estadísticas oficiales la probabilidad de que un delincuente sea sorprendido cometiendo el delito o denunciado, detenido, procesado, sancionado y que cumpla totalmente la pena es del orden de 1,2%. Puesto de otra manera, la probabilidad de que no sea sancionado es 98,8%. Además la esperanza matemática del delito, esto es su valor monetario, es el 98,8% multiplicado por el valor de la cosa vendida. O sea, si el botín, un auto robado vale $10 millones, el delincuente espera obtener a lo menos $ 9.880.000. Ese delincuente si no delinque y trabaja como cualquier persona, a lo mejor ganará cerca de $ 500.000 mensuales, o sea el delito es una opción 20 veces superior. Esto es lo que nuestra legislación no recoge en la tipificación del delito, sus penas y los beneficios atenuantes. Hasta donde se sepa, el estado hace muchos años ha permanecido impasible frente a esta realidad y cree que aumentando la dotación policial o interconectando sus computadores, resolverá el problema de la rentabilidad del delito. Resultado, el 48 % de los condenados en Chile anda en la calle como Pedro por su casa, incluyendo la jocosa pena remitida cada vez más popular entre los jueces.
¿Por qué en China, en Holanda u otros países nadie se roba una bicicleta? Porque la justicia es más severa y los mecanismo procesales más expeditos. En otras palabras, la esperanza matemática del valor de lo robado es inferior a la remuneración que se percibirá por un trabajo honesto. Tan simple como eso.
Javier Fuenzalida A.
Profesor, Universidad Finis Terrae