Los expertos en conducta humana rechazan las penas de cárcel a pesar que las evidencias muestran que los programas de reinserción son ineficaces. Sin embargo tratándose de delitos de “cuello blanco” están a favor de las penas con cárcel ¿Quién los entiende?.
La prensa informa que, según los datos de Carabineros, la probabilidad de un delincuente de ser detenido es del 5%. Combinado con otras estadísticas del Poder Judicial, PDI, Ministerio de Justicia y Gendarmería, no más del 60% son imputados, o sea el 3% de los detenidos; la probabilidad de ser condenado es el 20% del 3%, es decir 0,6% de los detenidos y la probabilidad de ser condenado 40% de ese 0,6%, esto es 0,24%. En 2007 era el 1,5%. Si a ello se suma el hecho que el 50% de los condenados cumplen una pena “cómoda” (reclusión nocturna, firma semanal, pena remitida), cumplirla en la cárcel es apenas para el 0,12%. La nada misma. Los delincuentes podrán ser poco instruidos pero no tontos y bien perciben que vale la pena obtener, casi con riesgo cero, un botín de millones, lo que nunca obtendrían con un trabajo honrado. (Es lo que los estadísticos llaman Esperanza Matemática). Cabe señalar que del 5% al 0,12% la responsabilidad es de la fiscalía junto con los jueces y no de la PDI y carabineros que se atienen a leyes restrictivas.
Entretanto el estado continúa gastando dinero de los contribuyentes en burocracia segura: Consejos Comunales de Seguridad Pública que “producirán un cambio en la forma de otorgar seguridad a las personas”. El “Fondos Nacional de Seguridad Pública” para financiar la seguridad y prevención del delito (ha crecido de $406 millones a $4.300 millones en 4 años). “Juntos más Seguros” para aumentar la seguridad en los barrios más vulnerables ($2.500 millones). “Unidad de Apoyo a la Gestión Municipal” para un apoyo técnico sostenido (¿?). “Consejos Nacional y Regionales de Seguridad Pública” para conocer las necesidades locales. “Programa Telecentros para fortalecer el tejido social en los barrios de alta vulnerabilidad”. Para reinserción: “Programa 24 Horas para interrumpir carreras delictuales precoces”. “Programa de Reinserción Laboral post Penitenciaria”. “Sistema Nacional de Información Delictual para realizar encuestas y estadísticas. Estamos llenos de termómetros pero de 90.000 condenados apenas han logrado reinsertar a 644. Otra nada misma. El subsecretario Frey a cargo de los delincuentes se defiende informando que están “haciendo un trabajo muy fino” pero el de los delincuente es más fino aún.
Se gastará más en termómetros y en expertos que los lean el próximo año, sin resultados porque los delincuentes “no están ni ahí” con la Subsecretaría de Seguridad Pública y los tribunales. No hay realismo en el programa para tipificar los delitos nuevos, ni para aumentar las penas; tampoco en economía procesal para juzgar a los delincuente y terminar con la puerta giratoria. Tampoco la Corte Suprema revisa los códigos procesales o capacita a los jueces sobre la forma de administrar justicia.
Los expertos en conducta humana rechazan las penas de cárcel a pesar que las evidencias muestran que los programas de reinserción son ineficaces. Sin embargo tratándose de delitos de “cuello blanco” están a favor de las penas con cárcel ¿Quién los entiende?
Javier Fuenzalida A.
Profesor, Universidad Finis Terrae
