Hoy, en un mundo desbordante de tecnología, que nos permite obtener información en cosa de segundos, donde además somos bombardeados de noticias que van cambiando los estados de ánimos, y así lo podemos comprobar en nuestro país con el bullado caso CAVAL, PENTA, SQM, y otros tantos, que tienen a los ciudadanos empoderándose de la desobediencia civil.
Pero qué pasó con Chile cuando ganó la Copa América, por todos lados había gritos, bocinazos, caravanas, llantos de emoción, y esa felicidad desbordante no se había visto en nuestro país. ¿Qué falta para ser feliz? ¿Qué nos hace felices?
Hoy el concepto felicidad está siendo abordado por diferentes expertos, y la publicidad no ha estado ausente como es el caso de Coca Cola que no ya no vende el producto, sino más bien vende felicidad.
EL Reino de Bután, ubicado en la cordillera del Himalaya, no mide el Producto Interior Bruto (PIB), sino más bien la Felicidad Interior Bruta (FIB). El progreso de su pueblo no podía medirse únicamente por el dinero; el desarrollo económico debía ir acompañado del cultural, espiritual, medioambiental, así como de un buen gobierno. “La felicidad es subjetiva –apunta el ex primer ministro–, y no podemos asegurar que la gente sea feliz; sería muy naif pensar así. Sin embargo, desde el Estado sí podemos establecer las condiciones para que los butaneses tengan la posibilidad de ser felices”.
Por otro lado ser encuentra las redes sociales donde emoticones, stickets y otras herramientas muestran forzadamente diferentes estados de felicidad.
La Psicóloga Paula Daza de la Escuela de Psicología de Universidad la República señala que se podría definir la felicidad como “Un estado del espíritu, en el que se vivencia la sensación de bienestar y realización. Construido en base a momentos, circunstancias e incluso instantes, en los que se percibe una profunda conexión con la energía vital y con el sentido de vida”.
La felicidad es una condición subjetiva y relativa –explica Paula Daza-. Como tal no existen requisitos objetivos o determinantes para ser felices, ya que tiene que ver con la construcción de realidad de cada persona, la cual se sustenta en las experiencias previas de vida, las necesidades percibidas, los distintos estilos de pensamiento, la intensidad afectiva, características de personalidad, entre otras. Es decir, dos personas no tienen por qué ser felices por las mismas razones o en las mismas condiciones y circunstancias. Incluso una misma situación puede provocar diferentes niveles de intensidad en la sensación de felicidad de cada persona.
Muchos han sido los escritores y celebridades que se han referido al tema, dando sus propias definiciones sobre la felicidad, por ejemplo, Gandhi que en sus escritos señala, «La felicidad se alcanza cuando, lo que uno piensa, lo que uno dice y lo que uno hace están en armonía».
El escritor español, Antonio Gala postula que «La felicidad es darse cuenta de que nada es demasiado importante”. Incluso el científico más conocido del siglo XX nos da su reflexión sobre la felicidad, Albert Einstein, nos dice «Una mesa, una silla, un plato de fruta y un violín, ¿qué más necesita un hombre para ser feliz?»
La Psicóloga de la Universidad la República nos entrega 10 consejos prácticos y sencillos para aplicar en nuestro diario vivir.
JUGAR
Saber encontrar en todo lo que hacemos un grado de placer o gozar de lo más simple que se presenta en nuestro trabajo, casa o con amigos. Siempre considerar un punto de distensión después del trabajo o considerar una distracción posterior a la carga laboral o académica. Los seres humanos somos lúdicos por naturaleza y eso mantiene nuestro equilibrio emocional saludable.
ASOMBRARSE
La capacidad de asombro, también es un tesoro que traemos de nuestra infancia, no lo dejemos jamás atrás. El poder asombrarse de un atardecer, del canto del pájaro que se escucha desde nuestra ventana, de las cosas simples y bellas de la vida, eso mantiene nuestra mente despierta y dispuesta a recibir estímulos agradables que favorecen nuestro bienestar.
ACEPTAR LOS PROBLEMAS
La vida se compone de contrastes, por eso es de fundamental relevancia considerar el conflicto como un medio de aprendizaje, cada vez que nos vemos enfrentados a una dificultad, preguntémonos ¿Cómo llegué a esto? ¿Qué pude haber hecho distinto? ¿Qué herramientas tengo para resolverlo? Incluso cuando la solución no está en nuestras manos, debemos contemplar el proceso y un resplandeciente aprendizaje de vida de presentará frente a nuestros ojos.
ACCIÓN Y TRANQUILIDAD
Cuida el jardín, baila, juega con los niños, haz ejercicio, es decir, haz algo que te estimule físicamente. El placer y la felicidad abundan cuando uno está comprometido físicamente. Gana claridad, limpia esos malos pensamientos y empieza a moverte.
Por otra parte, el equilibrio se establece dedicando también momentos a la tranquilidad. Saber conectarse con uno mismo a través de espacios de silencio, escuchar la sabiduría de nuestro organismo, reflexionar acerca de nuestro día, volvernos contemplativos, observar la mirada de las personas que amamos y disfrutar con cosas sencillas.
APRENDE ALGO NUEVO
Aprende a tocar guitarra, intenta cantar una canción en inglés, aprende a nadar, a cocinar algo rico, lee un nuevo libro… hay tantas cosas nuevas esperando enriquecer tu espíritu. Cada vez que aprendemos algo experimentamos esa sensación de plenitud, de autovalía y se eleva nuestra autoestima provocándonos felicidad.
ACÉPTATE TAL Y COMO ERES
Aceptarse a uno mismo es la clave para lograr la felicidad. No significa repetir rígidamente “Soy así y nunca voy a cambiar” por el contrario, el aceptarse a sí mismo, es poder darse cuenta de cuál es la manera como a mí mismo me gusta ser, y como mi manera influye en mis relaciones. Me acepto reconociendo mi ilimitada capacidad de seguir ascendiendo en sabiduría. La auto-aceptación conduce a una felicidad que muchas personas nunca llegan a experimentar.
DEJA DE SALIR EN BUSCA DE APROBACIÓN
Nadie tiene que aprobar o validar lo que haces o cómo hace las cosas. La felicidad viene de la búsqueda de tu pasión o sentimiento de felicidad en tu interior. Es a partir de ese lugar en el interior que comienzas a entender lo que te agrada. Lo que muchas veces nos desvía es buscar la aprobación de los demás. Mucha gente vive su vida sobre la base de otras personas y nunca experimenta la verdadera felicidad.
NO BLOQUEES EL DOLOR
Cuando se detiene o se evita el dolor, también se evita la felicidad. Todas las emociones deben ser balanceadas en la totalidad. Si bloqueas una emoción, desequilibras todas las emociones, por lo que la experiencia se empobrece. No te escondas del dolor, permítelo. Haz algo nuevo y útil a partir de él, recíclalo!
ERES DIGNO DE SER FELIZ, ¡CRÉELO!
A veces pareciera que se está esperando otra desgracia. Preocupándose demasiado por ser feliz, creyendo que los duendes de la miseria pronto recordarán tu mala suerte en la vida. Si eres de esas personas que tienen fobia a la felicidad, como si tuvieras que luchar contra los titanes y sufrimiento en la vida antes de considerarte digno de ser feliz, recuerda que eres digno ahora, ahora mismo, ¡ tal y como eres!
OLVIDA EL RESULTADO
El apego a que las cosas tienen que ser de cierta manera o esperar el momento en que llegues a ser feliz, puede impedir que logres la felicidad. Puedes sentir que tus circunstancias actuales deben dictar tu nivel de felicidad. Puedes pensar que tienes que lograr el destino, alcanzar la meta para merecer la felicidad. La felicidad no es la meta, es el arte de disfrutar el proceso de vivir.
