Por David Pérez Arce
El senador PPD, Felipe Harboe es claro al oponerse a una asamblea constituyente y expresa:
“prometer asamblea constituyente cuando no hay votos puede generar más frustración”.
“La colación de gobierno no tiene 25 senadores. Y creo, además, que dentro de la coalición de gobierno hay quienes no darían su voto para una asamblea constituyente”.
“No sacamos nada con una elección de Intendente si no le damos la facultades para que efectivamente puedan ejercer el poder”.
Referente al tema de la Constitución creando una comisión bicameral, el senador plantea y da a conocer sus puntos de vista:
“Estoy abierto a lo que el gobierno proponga. Si plantea una comisión bicameral, sería muy interesante hacerlo. Se dice que no a la Comisión Bicameral, pero que las comisiones de Constitución del Senado y la Cámara vayan a regiones, estupendo. Si va armar cabildos ciudadanos, habrá que participar en los cabildos ciudadanos. Lo importante es que se respete la institucionalidad del país, porque este país no lo construyó un gobierno determinado; se ha construido entre todos”.
Lo que se desea del nuevo fiscal
El Senador PPD, Felipe Harboe, en su condición de ex subsecretario de Interior y miembro de la Comisión de Constitución del Senado, expresa su especial preocupación por el tema de seguridad ciudadana:
“Soy partidario que tengamos un nuevo fiscal nacional que comprenda la nueva etapa del Ministerio Público, que por un lado concentre los esfuerzos principales en los delitos de mayor ocurrencia ciudadana. Un fiscal que entienda la necesidad de trabajo conjunto todas las instituciones que tengan relación con el Poder Judicial, con el Gobierno, las Policías y que articule el esfuerzo en función de un objetivo que es disminuir la criminalidad. Con la reforma procesal penal el responsable de la delincuencia no es el Gobierno, es el Ministerio Público, y eso la ciudadanía lo va tener que ir comprendiendo. Y va a tener que llegar un Fiscal Nacional que como jefe de servicio desarrolle la carrera funcionaria y cree mas mística en la institución, y ojala se pueda crear una academia de formación de fiscales”.
El bono de término de conflicto
Nueve meses lleva en discusión el proyecto de Reforma Laboral, en el Congreso, el tema no es fácil, cuando hay quienes dicen que el gallito en este proyecto es de quienes están por la “reforma sindical” que dicta bastante de la “Reforma laboral”.
Los primeros, pretenden que sea obligación de ser socios de un sindicato, Con ello se le estaría dando un poder de proporciones a la CUT, que es el organismo, donde se presume que están afiliados todos los trabajadores. Está muy lejos de la realidad, dado que la inmensa mayoría de los trabajadores, no están sindicalizados, por ende, tampoco son parte de la base de la CUT.
El tema laboral saltó nuevamente al primer plano, tras ser conocido la cancelación del Bono de $ 63 millones que se les entregó a los trabajadores del Banco del Estado. Allí se abrió un debate sobre los criterio de las empresas (incluidas las estatales) para frenar una posible paralización de labores, evitándolo con la entrega de un abultado bono de “término de conflicto”.
Con un poco de historia, se recuerda que el bono más abultado fue el que se entregó en Chuquicamata, el 2012, que favoreció a los 5.900 trabajadores, quienes percibieron un bono de $ 16,8 millones.
Un dato no menor, el cobre se cotizaba en US$ 3,6 ctvs. la Libra.
Ese bono, en su conjunto fue de un costo de US$ 209 millones, equivalente al 7% de los excedentes obtenidos ese año.
