Por David Pérez Arce
La visión del Senador Hernán Larraín, Presidente de la UDI es la siguiente: “Se empieza a confirmar las sospechas de que más que un proceso de educación cívica, es un proceso de adoctrinamiento”.
La inquietud en la oposición se produjo luego que el conglomerado se enteró que el proceso de educación cívica para una nueva constitución podría caer en manos de la Dirección de Organizaciones Sociales, que está a cargo del ex dirigente estudiantil y militante del PC, Camilo Ballestero.
La División, dependiente de la Segegob, tiene como función “ser un canal de comunicación entre el Gobierno y la sociedad civil”. Teniendo como una de sus principales tareas: “Promover la participación de la ciudadanía en la gestión de políticas pública”.
De hecho, el propio Ballestero ha hecho comentarios, en su cuenta de Twitter donde afirmó: “El proceso de educación cívica que viene es fundamental para avanzar en un verdadero cambio cultural sobre participación”.
Las opiniones de los actores
Los medios de comunicación recogen las opiniones, sobre este tema, que expresan los diferentes actores políticos.
Uno de ellos, el Presidente de la DC, el Senador Jorge Pizarro: “El Gobierno debe conformar un equipo del máximo nivel, no sólo profesional y de credibilidad”.
El senador del MAS, Alejandro Navarro: “La DOS (Dirección de Organizaciones Sociales) no tiene las condiciones para llevar a cabo este proceso, tiene que ser mejorada, tiene muchas debilidades”.
Para el senador RN, Alberto Espina: “El gobierno está utilizando la Constitución como un instrumento para hacerle una emboscada a la oposición, esto es el chavismo chileno”.
Mientras que para el senador UDI, Juan Antonio Coloma: “Esto es una campaña de adoctrinamiento e ideologización izquierdista que escapa por completo a la tarea de un gobierno”.
El agricultor Juan de Dios Fuentes V.
Es abogado, además de agricultor, en una entrevista concedida a El Mercurio, señala como observa la situación en el sector. Es director de Paz en La Araucanía, y ante los últimos acontecimientos de violencia en la zona cuenta su historia.
“lleva 10 años viviendo con protección policial, debió blindar la habitación en la que duermen sus hijos, en el fundo Pidima, por temor a ataques con armas de fuego, lo que ya ha vivido en varias ocasiones en que ha sido atacad o por grupos violentistas”.
“Hemos enfrentado más de 200 atentados. Nos han quemado la maquinaria, nos han matado los animales, nos han incendiado los bosques. Han atentado contra nuestra vida. La cantidad de amenazas de muerte es impresionante. No es fácil vivir así”.
De esta violencia es la que denuncian los agricultores y también los camioneros de La Araucanía, estos últimos, prometen organizar otro viaje a Santiago para mostrar sus camiones quemados…
