No fue error de imprenta el aviso publicado en la prensa del domingo 17 de enero por la Escuela de Posgrado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile convocando a los interesados en perfeccionamiento para médicos especialistas a realizarse, según publicita en el “Campus de la Clínica Las Condes”. Excelente.
Es de todos conocida la postura marxista del rector de la Universidad de Chile y de una parte de sus académicos y que imponen la ideología antes que la libertad y la eficiencia. Han defendido a brazo partido la educación estatal en todos sus niveles e incluso a expensas de la educación privada, pagada, con lucro y selección. Pero frente a la realidad, la carencia de recursos y calidad, han debido acudir a los servicios de una sociedad anónima privada, con lucro y selección, propietaria de la Clínica Las Condes, una de las mejores del país a pesar que las ex ministras de salud, doña Helia y la actual doña Carmen prefieren que los enfermos se mueran antes que aceptar la participación del sector privado sea como prestador o como concesionario de hospitales. Tal vez para no aparecer mas papistas que el Papa, el aviso en cuestión omite en señalar que el Campus Clínica Las Condes es privado y no pertenece a la Universidad de Chile
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Deber celebrarse esta decisión porque es un reconocimiento a las actividades privada, lucrativas y que seleccionan que agregan un importante valor a la educación pública. Una acertada decisión al reconocer que, en este campo específico, hay una institución privada de gran calidad, sin que ello signifique una renuncia del estado a sus deberes, puesto que el bien en cuestión será producido. Seguramente la selección fue antecedida por un examen a varios prestadores concurrentes de igual calidad y precio. Es el mercado funcionando que permite la eficiencia a diferencia de las decisiones típicas de carácter burocráticas. Una vez mas se ha respetado nuestra Constitución que establece la libertad de educación y de enseñanza, la libertad de desarrollar actividades económicas, la propiedad privada y el cumplimiento de los contratos. El convenio permitirá así el perfeccionamiento de médicos en 27 especializaciones en un establecimiento competente bajo la dirección de prestigiosos médicos docentes y que con seguridad cuenta con equipamientos de última generación, probablemente inexistente en la Universidad de Chile.
Las ministras de educación y salud debieran tomar nota de esta inteligente apertura, sin restricciones ideológicas al igual que los rectores de las universidades estatales del cruch para establecer acuerdos con instituciones y universidades privadas que les permitan mejorar la atención de la salud de los organismos públicos y en materia educacional mejorar la calidad de la educación.
Por ejemplo, la imperfecta y discriminatoria ley de gratuidad aprobada a mata caballo e imperfecta permitirá que tres universidades estatales, clasificada en los tres últimos lugares del ranking de Universitas practicado recientemente, serán beneficiadas dejando afuera otras tres universidades privadas nuevas ubicadas entre las 10 mejores. Estas tres privadas podrían hacerse cargo de las tres estatales mediocres para elevar la calidad y no estafar a sus alumnos que sufrirán el impacto de la mala calidad de la educación una vez que egresen. Es una buena fórmula porque los problemas de la educación en Chile como selectividad, discriminatoria surgen de la mala calidad de la educación pública y no por el lucro o la selección.
Javier Fuenzalida Asmussen
