
Por David Pérez Arce
Economistas estiman que reducción debería ser a lo menos de US$ 1.000 millones. La última vez que se hizo fue el 2011 por US$ 750 millones.
El déficit estructural llegó a 0,6% del PIB en 2015, excluyendo a los ingresos por repatriación de capitales, pero se profundizara cuando se conozca el nuevo valor del metal rojo.
Según los economistas, este recorte debiera ser de, a lo menos, US$ 1.000 millones. “Si el precio del cobre de tendencia se reduce a US$ 2,60 la libra, los ingresos estructurales se reducen en casi US$ 2.000 millones. Un ajuste que diera una señal positiva debiera ser en torno a US$ 1.000 millones al menos” dice Cecilia Cifuentes, economista de Libertad y Desarrollo.