Al parecer el gobierno, cada vez más alejado de la ciudadanía, no logra discurrir como continuar gobernando e informa que las nuevas prioridades son Educación, Reforma Laboral y Aborto. Las dos primeras sin rumbo ni coherencia y la segunda, clara aunque inhumana.
La ciencia ya ha determinado con una alta precisión cuando comienza la vida y que es aproximadamente después de 12 a 18 horas de la fertilización del óvulo cuando se genera una sucesión de fenómenos biológicos encadenados que evidencian el inicio de la vida de un ser humano, entre otros, la descondensación del material genético y la primera división celular, distinta de las de sus progenitores.
Algunos abogados sostienen que ese nuevo ser vivientes, que no es ni vegetal ni animal, no es persona porque no tiene una estructura fisiológica ni psicológica por lo tanto puede ser sumariamente asesinada sin un juicio justo. Error, por cuanto existen seres humanos desprovistos de órganos, como los ciegos, sordos, mancos, siameses o con deficiencias cerebrales y no por ello están desprovistos de sus atributos de persona. ¿Son personas los seres que nacieron con el síndrome de Down o con defectos anatómicos?
El proyecto admite la tesis de no-persona del que está por nacer, al menos durante las 18 primeras semanas del embarazo de modo que el aborto está exento de sanción criminal. Postula erradamente que se puede diagnosticar con certeza la inviabilidad del nuevo ser fuera del vientre materno.
La persona que aun está en el vientre de la madre ya antes del plazo fatal fijado por la ley en cuestión (18 semanas) ya posee un cerebro que produce neuronas a razón de 250.000 por minuto, tiene corazón, pulmones y extremidades.
- Reconocer el olor materno y las voces de quienes lo rodean
- Discriminar sonidos de diferentes idiomas
- Perciben la entonación y ritmo de quien les habla
- Muestran la preferencias por la lengua materna
- A los siete meses eliminan los circuitos neuronales de los sonidos que no pertenecen a su idioma y adquieren el acento de su lengua propia.
¿Por qué no puedo matar a Bachelet, Pascual, Fries y su Instituto de DDHH, Peña, Dr. Zegers, Squella, Bascuñán y demás abortistas?
Por una razón muy simple y que es la raíz del asunto: porque no quiero que me maten a mí.
Los hombres somos libres, pero eso no implica una libertad absoluta para hacer lo que uno quiera cuando el efecto es interferir, violar o restringir la libertad de otro. Los pensadores e intelectuales nos indican que el ejercicio de mi libertad termina con la libertad de un tercero siendo ésta la más preciosa de las libertades. Es por eso que cuando Bachelet dice que las mujeres tienen derecho a decidir está en lo ciertos siempre y cuando su decisión no impida el ejercicio de la libertad de un tercero, el que está por nacer y que es persona desde las primeras horas de la fecundación del óvulo pero que como todo menor no puede ejercer su libertad de vivir cuando la madre, el médico, el juez, al estado y la ley legalizan su ejecución. El aborto es así un asesinato violento.
En los últimos meses casi a diario los medios han publicado cartas, opiniones, polémicas, editoriales que no pasan de ser pirotécnica biológica y jurídica para evitar reconocer la raíz del hecho que es el ejercicio de la libertad irrenunciable de todo ser humano. Evitan referirse persona y prefieren la simbología biológica: cigoto, embrión, feto, nasciturus como si fuera un ET sin derechos y así no tener que reconocer que se trata de un ser humano con derecho a vivir pero sin poder defenderse. En la ley que se quiere aprobar ni siquiera ese ser tendrá representante legal para que tenga acceso a una legítima defensa frente a sus verdugos coludidos: madre, padre, médicos, abogados, jueces promovido por Bachelet.
Javier Fuenzalida Asmussen
