Por David Pérez Arce
La primera noticia que nació de una declaración del obispo de Rancagua, Monseñor Alejandro Goic fue en el año 2007, en que dio a conocer su posición en relación con un “ingreso mínimo” y que dio paso a un debate, más allá de lo gremial, pues llegó a lo político.
Fue en medio de un conflicto de trabajadores contratistas de El Teniente en Rancagua el 2007. El entonces presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Alejandro Goic, ofreció sus oficios como mediador.
Abrió un debate que incluso terminaría repercutiendo en la campaña presidencial del 2009. “El sueldo mínimo debería ser transformado en el sueldo ético”. En aquella ocasión planteó el llamado a los empleadores a no pagar solo el mínimo legal, que era de $ 140 mil, sino que por lo menos $ 250 mil.
Después de aquella ocasión, hace nueve años, paso a llamarse así “sueldo mínimo esta en $ 250 mil”. Monseñor no cree que el problema este resuelto.
En una entrevista que publicó el periódico “Encuentro”, editado por el Arzobispado de Santiago y que se distribuye en las parroquias y capillas de la arquidiócesis, asegura que debería ser mucho más alto.
Señaló el obispo Goic: “Voy a dar una cifra, aunque esa quizás sería tarea de los expertos, pero yo creo que cerca de $ 400 mil debería ser el nuevo sueldo ético, con el alza de la vida en estos cerca de 10 años. Aunque, insisto, ese es un cálculo que hay que hacer, con cuánto dinero puede vivir una familia con dignidad, pero sin dudas que $ 250 mil ya es muy poco” afirmó el obispo.
