El contexto histórico de su paso por Rancagua, aspectos de su vida e imágenes de sus obras que están diseminadas por distintas partes de Chile, pueden verse de forma gratuita en la Muestra “Fray Angélico Aranda: Pinceladas de su Vida y Obra” en el Centro Cultural Gaudí ubicado en Riesco 344, esquina Plaza Los Héroes de Rancagua.
El sábado 23 de abril se inauguró la muestra «Fray Angélico Aranda: Pinceladas de su Vida y Obra» en el Centro Cultural Gaudí de Rancagua, ocasión en que los invitados pudieron compartir con algunos de los familiares del fraile responsable del único proyecto de Antonio Gaudí a construirse fuera de España.
La muestra es fruto de la investigación de Elisabet Juanola, Periodista, Melisa Matzner, Licenciada en Artes y Jorge Pedraza, Historiador, quienes reconstituyeron algunos pasajes del contexto, vida y obra de este sacerdote y artista que en 1922 le pidió a Gaudí los croquis para construir en Rancagua una Capilla dedicada a la Virgen, proyecto que se materializará este año.
La exposición que permanecerá abierta al público de forma gratuita en el Centro Cultural y Espiritual Gaudí de Triana de lunes a viernes de 9:30 a 17:30 horas, da cuenta del contexto histórico que rodeó la vida de Fray Angélico en su paso por Rancagua, además de sus vivencias como fraile franciscano y artista, su relación con el arquitecto catalán Antonio Gaudí y la génesis del proyecto Capilla Nuestra Señora de Los Ángeles, además de imágenes de algunas de sus obras.
En la ocasión Gonzalo Díaz Soteras, presidente de la Corporación Gaudí de Triana destacó la figura de Fray Angélico Aranda como “una persona que se atrevió a soñar en grande”. “Quisiera que nos sintiéramos en familia y participando de un mismo proyecto común, que estamos seguros va a aportar a la ciudad de Rancagua, al país y al mundo, como dijo hace poco en visita a Rancagua el Padre Marko Rupnik”.
Dos sobrinos – biznietos y una sobrina – nieta de Fray Angélico Aranda visitaron Rancagua y pudieron compartir con los asistentes a la inauguración entre quienes se encontraban la Secretaria Ejecutiva de la Corporación Gaudí, Beatriz Valenzuela, miembros de la Corporación Gaudí de Triana, miembros de la iglesia San Francisco, profesores y usuarios del Centro.
RELIGIOSO, ARTISTA Y ECOLÓGICO
Marta Trampe, sobrina nieta del sacerdote, relató la última vez que vio a su tío con vida, con cerca de 90 años. “Cuando le conté a un primo muy cercano de Concepción, que entraría a estudiar al Bellas Artes me dijo: y por qué no vamos a ver al tío – cura? Y fuimos al convento. Él llegó y nos saludó por una ventanilla.
Cuando le contamos que entré al Bellas Artes él me felicitó y me dijo: Que alegría que haya una artista en la familia y como premio usted va a ser la primera mujer que va a entrar al convento, pues antes no dejaban entrar mujeres. Allí me mostró su enorme taller donde tenía muchas pinturas, trabajos en yeso, metal, cerámica, todo lo que él hacía”.
Una de las cosas que a Marta Trampe le llamaba la atención como estudiante y profesional de las artes era la obra de Antonio Gaudí. Luego de recibirse de Profesora de Artes Plásticas y radicada en Noruega, visitó Barcelona: “Fui a ver el templo sin saber que mi tío había tenido contacto con Gaudí, si hubiese tenido idea, me hubiese interesado mucho más. Entramos al museo y al lugar donde había estado el cuadro del tío y alguien nos dijo que se había quemado y que había desaparecido”.
Al venir al Centro Cultural, la sobrina del fraile se emocionó y recordó algunos momentos. “Me volvió el recuerdo del amor que el tío sentía por la naturaleza, él era ecológico ciento por ciento. Para mí fue uno de los personajes importantes de mi vida y cuando era chica tuve la oportunidad de ver cómo predicaba a los trabajadores que estaban preparando unos adobes, y les hablaba de la belleza que había en las plantas, en los árboles y en las flores, y les decía: Ahí está Dios!, si ustedes no van a la Iglesia no importa, porque están constantemente con la belleza de la creación de Dios”.
