Por David Pérez Arce
Una investigación que llevaron a cabo en las Universidades de Los Lagos y Arturo Prat analizan bacterias capaces de alimentarse del polietileno para acelerar su destrucción. El proceso en forma natural, tarda entre 100 y 400 años.
Cuando el Dr. en Bioquímica, Patricio Kim cubrió el techo de su casa con plástico debido a una emergencia motivada por la lluvia, no imaginó que esta anécdota sin importancia derivaría en un proyecto científico que promete reducir el impacto de las bolsas plásticas en el medioambiente al degradarlas por medio de bacterias.
El investigador de la Universidad de Los Lagos descubrió una bacteria capaz de reducir exponencialmente el plástico, luego de que se percatara de que pasados unos meses dicho material había desaparecido de su vivienda.
“Al final del invierno me subo al techo para ver la reparación definitiva, pero no estaba el plástico, y además notó que en las canaletas había una especie de mugre como tierra que si contenía plástico, pero en pequeños fragmento, así que decidí llevar esta nuestra al laboratorio”.
La sorpresa fue mayor cuando, tras los análisis, descubrió una bacteria capaz de alimentarse del plástico: “Ahí tuve una mayor dimensión de lo que tenía, ya que son muy pocas las bacterias que hacen esto”.
