Por David Pérez Arce
Una de las tareas pendiente en Rancagua, es la participación de la comunidad en la campaña de reciclaje, que es todo un desafío lograr recoger elementos que ya no son útiles en los hogares. Tal vez los de mayor volumen, son los neumáticos, que suelen ocupar un lugar en los patios, sin saber qué hacer con ellos.
Con la colaboración de la municipalidad se han instalado mallas, en plazas y lugares de afluencia de público, para recepcionar plásticos, logrando un éxito por la colaboración de los vecinos, quienes depositan envases de bebidas, las que suelen ser recuperadas en la fabricación de productos, logrando con ello, el reciclaje de esta gran volumen.
Lo que se desea, es que la comunidad se incorporen en el reciclaje de papeles y material orgánico, como las cascara de papas, verduras, que pueden ser utilizados en el reciclaje y convertirlo en un beneficio para la agricultura.
La tarea, obviamente, debiera iniciarse en los establecimientos educacionales para ir creando una cultura, con los niños, de cómo el reciclaje es una tarea que debe pasar a convertirse en una labor de toda la comunidad, para mejorar el medio ambiente.
