Por David Pérez Arce
Nuevos antecedentes sobre su querella contra Caval, entregó el empresario Vial Concha, según revela El Mercurio, donde se señala que “la relación comercial con la sociedad compuesta entre Natalia Compagnon y Mauricio Valero comenzó en enero de 2012, cuando fue contactado a través de Verónica Vanni, por Compagnon, “quien me manifestó tener una empresa de la cual se ofreció a prestarme asesoría en relativos, a la gestión de proyectos inmobiliarios”.
Por su parte, Valero le comenzó a ofrecer “realizar gestiones y tramite de dudosa legitimidad ante diversos públicos, tales como el SII”, decidió a no volver a tratar con él, “quedando la relación comercial estrictamente circunscrita a Compagnon, quien luego comenzó a ofrecerle otras asesorías en torno al rubro minero, pero también en el rubro portuario”.
Por estos informes -relacionados con “temas mineros sobre materias técnicas” y que no fueron incluidos en el contrato que firmaron en Febrero de 2012- Graneles emitió cuatro facturas a Caval de Junio a Agosto 2012.
“De acuerdo a lo que Caval me indicaba, la totalidad de los informes en materia minera habían sido confeccionados por profesionales de su empresa, en conjunto con otros especialmente contratados para los efectos”, dice el documento.
Según la querella, los documentos originales habrían sido copias de estudios de entidades como la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco).
Gonzalo Vial Concha también cree que fue estafado por la información que Caval y Victorino Arrepol le entregaban por una asesoría en “temas de seguridad y detención de fraudes”.
Vial Concha reconoce que aquí hay tanta información obtenida por un “espionaje informático” como también de “información falsa” que se uso para engañarlo. Además, dice que no “celebró contrato alguno en relación a estas “asesorías”, ni existen facturas directamente asociadas a ellas”.
