La institución de desarrollo social que cuenta con casi 14 años de trayectoria, entrega apoyo a microempresarias(os), que en su mayoría, pertenecen al 20% más vulnerable del país.
El emprendimiento se ha convertido en un motor de desarrollo efectivo para el crecimiento económico del país, generando empleo y oportunidades para los sectores vulnerables. En esa tarea, Fondo Esperanza (FE) se encuentra trabajando para cumplir el sueño de más de 100 mil emprendedoras(es) de 247 comunas, entre Arica y Chiloé.
A través de un servicio microfinanciero grupal e individual, capacitación y promoción de redes de apoyo, las emprendedoras(es) de FE al cabo de un año y medio aumentan –en promedio-, en un 40% su capacidad de ahorro y en un 70% las ventas de sus negocios. Cifras que nos demuestran que “Cuando emprendes con Fondo Esperanza, se nota”.
Tal es el caso de María José Pizarro, una emprendedora que ha debido reinventarse y descubrir nuevos caminos que le han traído muy buenos resultados. Durante años trabajó como modista, siguiendo su profesión de técnico en vestuario, pero no fue hasta el año 2010 cuando comenzó a madurar una idea que fue gestando en Machalí.
Así partió con lo que ella definiría como: “Decoración en el hogar”, rubro dedicado a la confección de artículos como cojines, pieceras, cobertores, delantales de cocina, manteles, toallas bordadas, cortinas de baño y muchos otros destinados especialmente para dueñas de casa.
“Logré poner mi taller al costado de mi casa gracias a Fondo Esperanza. Fue una oportunidad que se dio. Si no fuera por ellos no tendría capital. Tengo inicio de actividades, pero no tenía movimiento como microempresa y nadie nos otorgaba financiamiento, entonces FE llegó en el momento justo para apoyarnos”, destaca. De ofrecer sábanas pasó en la actualidad a tener una variedad de diez productos a la venta.
Esmeralda Osorio ha dedicado su vida a la costura en San Fernando. Su pasión por esta actividad germinó desde muy joven, cuando una tía le enseñó diferentes técnicas que la motivaron a seguir perfeccionándose, a través de cursos y capacitaciones en esta materia.
Los conocimientos adquiridos le permitieron consolidarse como modista, lo que la llevó a independizarse, tras trabajar por un tiempo de forma apatronada. Así se especializó en la confección de cortinas – baño y casa- , delantales para profesores y trajes típicos como vestidos de “chinita” o chaquetas de huaso para la temporada de Fiestas Patrias.
Como su emprendimiento requería de recursos para crecer, Esmeralda ingresó a FE para materializar un anhelo de toda la vida: instalar su propio taller de confección. “Pude comprar maquinaria, materiales y telas para trabajar”, comenta orgullosa. Sobre la institución agrega: “a una le ayudan a emprender bien en su negocio”.
Con casi 14 años de trayectoria, la institución de desarrollo social apoya a microempresarias(os), que en su mayoría, pertenecen al 20% más vulnerable de la población chilena, muchas(os) de ellas(os) excluidas(os) del sistema bancario formal.
Entre los requisitos básicos para acceder a los servicios de FE están: Ser mayor de 18 años y contar un negocio –formal e informal – en funcionamiento (al menos seis meses). Para formar parte de la comunidad emprendimiento solidario más grande de Chile, las(os) interesados(as) deben llenar un formulario en www.fondoesperanza.cl/contacto/ o contactarse al fono 800430055.
Durante julio, ¡Súbete a la micro del emprendimiento! Porque Fondo Esperanza cambia la vida de las personas y de quienes las rodean.
