En el marco de una visita de campo avanzada, estudiantes y docentes de la Universidad Andrés Bello lograron identificar fósiles invertebrados marinos y restos óseos en la región de Coquimbo.
Un equipo de docentes y estudiantes de la carrera de Geología de la Universidad Andrés Bello, sede Viña del Mar, realizó una serie de hallazgos y salvatajes paleontológicos en las proximidades del poblado de Pichasca, en la comuna de Río Hurtado, IV Región, Chile, destacando la identificación de un esqueleto casi completo de cocodrilo extinto hace más de 90 millones de años.
Martín Chávez Hoffmeister, paleontólogo y docente UNAB quien acompañó al grupo de trabajo y dirigió las labores de rescate e identificación de los especímenes, comenta que “los hechos ocurrieron en el marco de una visita a la zona como parte del curso Geología de Campo Avanzada”, a cargo del Dr. Harry Esterio. La visita tuvo por objetivo permitir a los alumnos aplicar sus conocimientos en terreno y adquirir experiencia sobre la planificación y ejecución del trabajo de campo. El equipo identificó nuevas localidades fosilíferas pertenecientes a los llamados Estratos de Quebrada La Totora, que datan de la transición Cretácico temprano – Cretácico tardío, entre 113 a 93 millones de años antes del presente.
Chávez explica que los hallazgos corresponden a los mismos estratos en los que se encontraron los primeros restos de dinosaurios en Chile en la década de 1960 y que contienen abundantes restos de madera petrificada, que dieron pie a la creación del Monumento Natural Pichasca, actualmente administrado por la CONAF y que resguarda las zonas más ricas en fósiles en la localidad.
“Los nuevos hallazgos incluyen fósiles de invertebrados marinos retrabajados y restos óseos encontrados en zonas recientemente alteradas y en inminente peligro de destrucción. De éstos, el descubrimiento más importante corresponde a un esqueleto parcial de cocodrilo, el cual incluye el cráneo y múltiples piezas de la armadura dérmica (osteodermos). El hallazgo inicial fue realizado por don Mauricio Díaz, chofer del equipo, quien encontró fragmentos de costillas en el derrubio de un camino. El espécimen mostraba evidentes señales de daño debido a una prolongada exposición a los elementos, por lo que el equipo procedió a resguardarlo para evitar deterioros mayores”, puntualizó el paleontólogo.
“Éste es el esqueleto más completo hallado a la fecha en la zona y uno de los especímenes mejor conservados de cocodrilos fósiles hallado en territorio nacional. Los análisis preliminares sugieren que el animal podría pertenecer a un extinto grupo de cocodrilos terrestres llamado Sebecosuchia. Éstos eran depredadores cuadrúpedos, comunes en Sudamérica a partir del Cretácico tardío (aprox. 93 millones de años) y probablemente extintos para fines del Mioceno (3,6 millones de años). Si bien sus fósiles son relativamente comunes en Brasil y Argentina, éste podría ser el primer registro de su clase en Chile y habría convivido con los dinosaurios hallados en el Monumento Natural Pichasca”, precisó Chávez.
Los resultados preliminares obtenidos a partir de estos hallazgos serán presentados a la comunidad local por el doctor Martín Chávez este viernes 30 septiembre durante el “Seminario Paleontológico Río Hurtado, Potencial Paleontológico para el Desarrollo de una Ciencia del Patrimonio Natural y Cultural”, organizado por el Gobierno Regional de Coquimbo en el nuevo Centro de Difusión Patrimonial, ubicado en el Monumento Natural Pichasca.
Finalmente, y ya ejecutados los trabajos por parte del equipo de Geólogos UNAB, se dio aviso del hallazgo a la administración del Monumento Natural Pichasca, al alcalde de Río Hurtado, Gary Valenzuela Rojas, y se emitió un informe detallado al Consejo de Monumentos Nacionales, que será finalmente la entidad encargada de definir las acciones a seguir en el futuro para el reguardo de los materiales y las áreas en que se hallaron, en concordancia con la legislación vigente.
