El presidente de la Corte Suprema, Hugo Dolmestch, valoró la promulgación de la Ley que permite que personas en situación de discapacidad puedan ser nombradas en cargos de Juez o Notario.
La ceremonia de promulgación de la Ley N°20.957, realizada en el Palacio de La Moneda, fue encabezada por la Presidenta de la República, y los ministros de Justicia, Jaime Campos; y de Desarrollo Social, Marcos Barraza.
La nueva ley deroga los numerales del Código Orgánico de Tribunales que establecía que no podían ser jueces ni notarios las personas sordas, mudas y ciegas. Siguen imposibilitados las personas interdictas por demencia o prodigalidad, condenados o acusados por crimen o simple delito, o quienes estén beneficiados por una suspensión condicional del procedimiento penal y quienes hayan recibido órdenes eclesiásticas mayores.
«Esta ley cambia la posibilidad de que las personas discapacitadas puedan postular a los concursos de juez y de notarios tal como lo hacen todos los chilenos, es decir en igualdad de condiciones. Su situación de discapacidad no puede ser ningún impedimento para su postulación, la que deberá hacerse mediante un examen adecuado. Nosotros estamos muy contentos y yo en lo particular, ya que este proyecto de ley la Corte Suprema lo informó al parlamento de manera favorable y estamos muy conformes. Hoy en día somos todos iguales y nos regiremos con las normas del Código Orgánico de Tribunales», afirmó el presidente Dolmestch.
«Se amplían las oportunidades y su horizonte laboral y se les reconoce una igualdad de condiciones. Lo importante es que la institucionalidad del país es desde ahora más inclusiva y no discrimina a los chilenos por su condición y eso me parece que es un derecho humano de primera necesidad. Debemos aceptar, respetar y querer a las personas como son», concluyó la máxima autoridad judicial.
Presidenta Bachelet
«No sólo estamos promulgando una ley que perfecciona nuestro sistema jurídico y hace más inclusiva nuestra judicatura, sino que estamos haciendo un poco más justa y más equitativa nuestra patria», dijo la Primera Mandataria.
«No estamos solamente modificando una norma técnica; estamos estableciendo un imperativo ético. Y estamos ratificando un principio importante: no admitiremos que haya barreras arbitrarias y prejuiciosas que impidan a buenos profesionales ejercer el servicio público. Y qué importante es que, al hablar de la justicia, seamos capaces de ser consecuentes como nación no sólo a quienes requieren de ella, sino a quienes la proveen».
