La participación de las Energías Renovables No Convencionales (ERNC), en la generación de energía instalada en Chile, se ha triplicado desde el año 2012. De hecho en junio de este año, llegó a los 2.866 MW de potencia, alcanzando un 14% del total a nivel país, datos oficiales de la Comisión Nacional de Energía y que CAMCHAL, Cámara Chileno-Alemana de Comercio e Industria, ha recogido como parte de sus estudios para socios alemanes que les interese entrar al mercado energético.
Este importante aumento se explica básicamente por la instalación de grandes parques eólicos y parques fotovoltaicos, los que se han construido en condiciones de libre competencia en su mayor parte por actores internacionales. Además esto se suma al enorme potencial en la construcción de pequeñas plantas descentralizadas.
Sin duda que la meta de un 70% de participación de energías renovables a la matriz energética nacional es ambiciosa. Sin embargo, existe consenso entre los diferentes actores involucrados en el tema de que hay mucho por hacer y avanzar, sobre todo en cuanto a la descentralización de las ERNC.
Alemania puede aportar con una ventaja de 15 años de experiencia adquirida mediante su “Energiewende”, concepto que se utiliza para denominar el cambio energético en Alemán hacia una matriz de generación descarbonizado, segura, eficiente y diversificado con energías renovables. Durante ese período se desarrollaron una amplia gama de soluciones renovables con tecnología de punta en el país germano, destacando la generación distribuida en todo el territorio con pequeñas plantas a escala domiciliaria que también aportan a la red, complementando con centrales ERNC más grandes.
Actualmente existen cerca de 1,4 millones de plantas fotovoltaicas en Alemania, que abastecen el 6% de la demanda eléctrica del país, de las cuales la mayoría son menores a 10 kWp, brindando un componente fuertemente descentralizador a todo el sistema energético alemán.
Chile es uno de los países más idóneo del mundo para implementar ERNC. Dado su diversidad geográfica y climática, se encuentran excelentes recursos renovables para aplicar diferentes tecnologías para la producción eléctrica. Existen estudios de potencial que muestran la rentabilidad a lo largo de todo el país: empleo de plantas solares en el norte del país, hidroeléctricas al sur de la zona central, biomasa en la zona sur, eólicos y geotérmicas a lo largo de todo el territorio nacional.
Para lograr las metas del gobierno chileno, es fundamental no solo enfocarse en el aumento de la producción eléctrica limpia, sino también al mismo tiempo aprovechar los grandes potenciales de eficiencia energética que permitirán disminuir la creciente demanda.
La reestructuración de la matriz energética implica cambios en lugares donde se construyen plantas de generación y las líneas de transmisión. Este proceso deber ser acompañado por un dialogo social y una definición territorial para asegurar que sea ambientalmente y socialmente amigable.
Hasta el momento, la mayor inversión nacional se ha enfocado en proyectos de gran escala. Sin embargo, también pueden generar externalidades positivas las ERNC a menor escala, en su entorno local, contribuyendo de manera sustentable al aumento de la infraestructura y el bienestar de la población rural, tema principal del Foro “Desarrollo rural con ERNC” organizado por CAMCHAL y que reunirá a expertos nacionales e internacionales el próximo 8 de noviembre.
La creación de cadenas de valor locales, nuevos puestos de trabajos y nuevos fuentes de ingreso, a través de la implementación distribuida de plantas de menor tamaño, pueden fortalecer el medio rural y desarrollar la descentralización del país.
Stefan Fritz
Project Manager Energy & Environment
CAMCHAL
