La iniciativa busca formar en el oficio a personas con habilidades especiales y que desean dedicarse a trabajar el metal más representativo de nuestra Región, el cobre.
Desde el año 2001 la Escuela de Orfebres en Cobre de la localidad de Coya, ha forjado el talento de quienes poseen en sus manos un don para trabajar el noble metal, otorgándoles las herramientas necesarias para su conocimiento y puesta en valor con identidad local.
De ahí que recientemente 18 nuevos aprendices de orfebrería en cobre, provenientes de las comunas de Rancagua, Machalí, Mostazal, Graneros, Coltauco y Chimbarongo, iniciaran su proceso de formación en técnicas básicas del oficio, motivados por adquirir destrezas que les permitan elaborar piezas únicas de artesanía con un trozo de historia.
“Más allá de aprender a hacer una joya, estamos entendiendo de qué se trata, qué materiales estamos utilizando y viendo historia como la etnia, por ejemplo ahora estamos investigando sobre los Diaguitas, entonces más que elaborar un producto aprendemos de culturas también. Estoy muy contenta.”, señaló la alumna Karina Nilo de la localidad de Coya.
Opinión que también compartió la rancagüina Vanesa Zúñiga, al explicar “aparte de abordar el tema técnico, es también cultural, habla mucho de las culturas indígenas y a mí me encanta aprender de todo eso. Yo diría que esta capacitación es muy integral”.
Este curso, de carácter gratuito, tiene una duración de 220 horas y es posible gracias a la gestión conjunta entre Corporación Pro O’Higgins y Codelco Chile División El Teniente, quien a través de sus excedentes de capacitación permite el financiamiento con Becas Laborales OTIC O’Higgins –Sence.
“Este curso busca instalar capacidades en las personas, para que a través de ellas puedan optar a alternativas de rentabilidad y tener acceso con mayor herramienta al empleo, especialmente considerando que División El Teniente proyecta a Coya como una zona turística. Prontamente la Población Central va a ser considerada por Codelco como zona típica, entonces la idea es tener esta capacidad instalada para que estos artesanos vendan sus productos y generen otro tipo de ingreso, que mejore la calidad de vida de estas familias, aportando al emprendimiento local”, comentó Hugo Bustos, Supervisor de la Dirección de Desarrollo Comunitario de la División El Teniente.
Objetivo que también se han planteado los nuevos alumnos, tal como relata Nélida Olea, que a sus 53 años viaja los días martes y jueves impostergablemente desde Coltauco a Coya, para cumplir uno de sus sueños. “Yo vengo del sector de Monte Grande, me levanto a las 5:30 de la mañana, tomo mi bicicleta y avanzo hasta una casa donde me la guardan; de ahí camino un tramo hasta la carretera y tomo micro hasta Rancagua, y luego a Coya, pero no me importa porque luché mucho por esto. Tengo cuatro hijos y soy artesana, trabajo la totora, las hojas de choclo, reciclo raíces, semillas, conchitas y eso lo transformo en algo bonito. Los recursos no son muchos, por eso me interesa mezclar nuevas técnicas, innovar y darle un valor agregado con el cobre a mis productos”.
Cabe destacar, que los contenidos abordados en clases contemplan: Diseño, técnicas de texturado, forja, técnicas de repujado y grabado al ácido.
Actualmente la Escuela de Orfebres es reconocida como única en su tipo a nivel nacional, y ha merecido también el reconocimiento de connotados artistas de Argentina (Emilio Patarca), Perú (Patronato Plata del Perú), Colombia (Sergio Fernández), Cuba (Raúl Valladares) y México (Raúl Ybarra).
