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Mi primer día de jardín: ¿Cómo nos preparamos?

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Este proceso impacta a todo el entorno del niño o niña, por lo que la familia es un participante activo y primordial de este cambio.

 

Marzo, el mes más temido del año se acerca a pasos agigantados. Despedir las vacaciones, pago de cuentas y el inicio del año preescolar y escolar.  Este es un hito socialmente muy importante, que exige a los niños y niñas incorporarse repentinamente a una cultura distinta a la vivida por años, lo que sin duda les significa importantes desafíos.

 

Es fundamental que los niños y niñas puedan vivir esta transición como una experiencia positiva y gratificante, una oportunidad para aprender de forma entretenida, incluso a través de juegos. Es muy importante que disfruten de este nuevo proceso de conocimiento y estimulación, que les permita adquirir mejores herramientas para sentirse protegido, querido, respetado, obteniendo la confianza necesaria para lograr un ambiente positivo en el desarrollo de su aprendizaje.

 

Este proceso impacta a todo el entorno del niño o niña, por lo que la familia es un participante activo y primordial de esta transición. Es por ello que Integra, con 26 años de experiencia entregando educación de calidad en más de mil jardines y salas cuna en todo Chile, comparte algunas recomendaciones para que la familia pueda apoyar la transición desde el jardín infantil a la escuela o desde el hogar al jardín infantil.

 

¿Cómo acompañar a nuestros hijos e hijas en esta transición?

 

  • Es importante hablar con el niño o niña sobre las nuevas experiencias que vivirá, explicarle que tendrá nuevos amigos y prepararlos con una mirada positiva al cambio.

  • Lleve a su hijo o hija a conocer el jardín o colegio. Es una buena manera de acercarlo a esta nueva etapa. Muéstrele su sala, el baño y los juegos para que se sienta más seguro.

  • Los hábitos y horarios de alimentación y sueño se modifican con la entrada al colegio o al jardín infantil. Es importante adecuarlos con anterioridad para evitar un cambio drástico en las rutinas diarias.

  • Una vez que el niño o niña comienza a ir, es recomendable que la asistencia sea lo más continua y sistemática posible.

  • Permitirle al niño o niña llevar al jardín infantil algún objeto o juguete que les guste durante el primer tiempo. Muchos niños se sienten más seguros con algún objeto familiar el cual les ayuda a sentirse confiados en un espacio menos conocido.

  • No le mienta, ni salga a escondidas de la sala. Explíquele que se irá, pero que volverá a buscarlo/a más tarde.

  • Evite traspasarle sus miedos y aprensiones. Si se muestra seguro y tranquilo, será más fácil para ellos/as.

  • Cuando el niño o niña lo requiera, es posible sugerir al apoderado que lo acompañe durante un momento de la jornada. El tiempo de permanencia del adulto se podrá disminuir gradualmente, a medida que el niño o niña se sienta más seguro y confiado.

  • Aceptar y respetar los sentimientos del niño o niña, validando la expresión de sus emociones. En este sentido, es importante contenerlos, sin reprochar el llanto, posibles “pataletas” u otras reacciones, ayudándolo a recuperar la calma por medio del cariño y la comprensión.

  • Generar instancias de intercambio de información acerca de procesos importantes para los niños y niñas con el equipo del Jardín, tales como modificaciones en la alimentación, inicio o progresos asociados al control de esfínter, evolución de enfermedades o tratamientos médicos, entre otros.

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