Connect with us

¿Que deseas buscar?

Expertos critican falta de mecanismos para enfrentar eficazmente la “previsible” emergencia de los aludes

(2)

El arquitecto urbanista y académico de la Universidad de Santiago, Jonás Figueroa, critica la gestión de Aguas Andinas ante la situación, que terminó dejando sin agua a una treintena de comunas de la capital. “Ellos tienen 2.300 millones de dólares de utilidad anual, pero ¿cuánto gastan de esa utilidad para mejorar el servicio y cuánto le obliga el Gobierno para hacer esas obras?”, cuestiona.

 

Por su parte, el ingeniero civil y especialista en hidráulica del plantel estatal, Carlos Reiher, reprocha que ya habían al menos dos antecedentes de precipitaciones con calor en sectores cordilleranos, por lo que considera inaceptable tener estanques “solo para nueve horas de almacenamiento de agua”.

 

Precipitaciones y altas temperaturas provocaron aluviones este fin de semana en diferentes regiones del país. El río Maipo, en la Región Metropolitana, fue uno de los causes afectados por este hecho, lo que obligó a la empresa Aguas Andinas a cortar el suministro de agua potable en alrededor de 30 comunas de la capital, debido a la turbiedad del agua.

 

Al respecto, el especialista en urbanismo y patrimonio hídrico, y académico de la Universidad de Santiago, Jonás Figueroa, critica la gestión de la empresa Aguas Andinas para enfrentar la emergencia y las nulas obras para respaldar el servicio de agua potable.

 

“Lo de Aguas Andinas es una especulación realmente escandalosa. Ellos tienen 2.300 millones de dólares de utilidad anual, pero ¿cuánto gasta de esa utilidad y cuánto le obliga el Gobierno a hacer obras para mejorar el servicio?”, cuestiona.

 

Agrega que la empresa sanitaria “no hace obras porque si hiciese obras, nunca deberíamos tener problemas de abastecimiento de agua”. Por eso, juzga que la distribución de agua potable debería estar a cargo de una empresa pública.

 

“Necesitamos que el servicio de agua potable esté en manos públicas. Fue un error haber entregado la gestión del servicio básico de agua potable a empresas privadas, que lo único que les interesa es el beneficio, la especulación”, subraya.

 

Recalca que “tenemos empresas como Aguas Andinas, con utilidades de primer mundo, pero con servicio de tercer mundo”.

 

Asimismo, aclaró que debería haber una ley de resguardo de continuidad y de seguridad del servicio de agua potable.

 

“Las plantas no deberían estar instaladas en la ciudad, sino que en el origen de dónde sacan el agua. Aguas Andinas no saca el agua del río Maipo, sino que de la Laguna Negra y del Embalse El Yeso, que están situados en la montaña. Utilizan el río simplemente como vehículo para el traslado de agua a las plantas que tienen en La Florida. Y eso no puede ser”, enfatiza.

 

Finalmente, el profesor Figueroa puntualiza que todo el dinero que ha gastado la gente en consumo de agua envasada debería ser pagado por la sanitaria.

 

 

“Nosotros, como individuos, tenemos un contrato con la empresa, que es el abastecimiento. Es decir, si se produce un corte de energía o de agua potable, las empresas deberían sufragar un seguro que permita a los clientes disponer de otras alternativas”, concluye.

 

Advertir y tomar medidas

 

Para el ingeniero civil mención hidráulica sanitaria ambiental y académico de la Universidad de Santiago, Carlos Reiher, la situación era previsible ya que había “al menos dos antecedentes de años previos, en que efectivamente se sabe que está cayendo esta precipitación”.

 

Aunque reconoce que esto no ocurría asiduamente en el pasado, enfatiza que “ahora, esto pasa de manera reiterada. Todos los meses de verano está cayendo un tipo de precipitación. Entonces, sí debiese haber un mecanismo para advertir y tomar medidas”.

 

Además, reprocha que los estanques con que cuenta la empresa “tienen capacidad solo para nueve horas de almacenamiento de agua. Siendo un servicio básico, naturalmente que no es aceptable”.

 

No obstante, destaca que la empresa tenga considerado aumentar su capacidad de estanque y almacenamiento de agua cruda. “Aguas Andinas tiene interés en trabajar e investigar sus inversiones y tratamiento de agua en pos de un mejor servicio, pero les ha faltado moverse un poco más rápido, para resolver las situaciones que ocurren ahora”, subraya.

 

“El costo que asume la sociedad completa por la falta de acción de un servicio básico es preocupante. Se requiere que haya una acción inmediata, para que se tomen las medidas de acelerar la construcción de estanques de almacenamiento que garanticen el suministro”, menciona.

 

Como propuesta, Reiher indica que lo primero que se debe hacer es acelerar el proyecto para que Aguas Andinas construya un pozo que permita abastecer de agua a la Región Metropolitana por 38 horas en caso de corte del suministro, lo que se presentó en 2013 y recién tiene fecha para ser entregado en 2019.

 

“Se debe presionar, a través de la legislación, para que esto se apure aún más, porque existe la probabilidad de que esto se repita el próximo verano o, incluso, en los próximos meses, hasta abril”, señala.

 

Por otra parte, afirma que el endurecimiento de las multas ayudaría a encontrar soluciones más rápidas. “Naturalmente, ellos tienen un funcionamiento ligado a sus utilidades y cómo se desempeñan financieramente. La única manera de influir de manera eficaz sobre sus decisiones es hacer un balance entre lo que significa para ellos pagar una multa versus el beneficio de tener las inversiones adecuadas para cumplir con el servicio que tienen encargado”, explica.

 

“La superintendencia de servicios sanitarios tiene herramientas para castigar la inacción frente a la falta de suministro, pero hay situaciones de fuerza mayor. Sin embargo, cuando uno constata que esto es recurrente, ya no es fuerza mayor, sino que evidencia la falta de previsión de nuevos planes, que incorporen pronósticos meteorológicos actualizados, como la variación global del clima”, sostiene.

 

Además, releva la importancia de “tomar acciones de limpieza y de evacuar zonas que en este momento presentan un peligro inminente de tener lluvias”.

 

Podría repetirse a futuro

 

Finalmente, para el encargado del Laboratorio de Meteorología de la Universidad, Álvaro Mauro, el evento era previsible. “Esta actividad se había pronosticado el día viernes”, señala.

 

El especialista explica que la emergencia se produjo por una ola de calor que provocó que las precipitaciones, que por lo general se manifiestan en forma de nieve, terminaran siendo líquidas, generando el alud.

 

El académico señala que esta situación se hará mucho más frecuente a futuro debido a que “estamos viviendo una situación de altas temperaturas”.

 

“Estamos bordeando los 20 grados de temperatura mínima. Eso es mucho para nosotros y hace que se mantengan altas las temperaturas durante el día, lo que potencia eventos que se pueden generar nuevamente en la cordillera y precordillera”, proyecta.

 

Por lo tanto, llama a monitorear constantemente las condiciones climáticas de las zonas que fueron afectadas. “Las temperaturas están muy altas y la precipitación, de ocurrir, sería líquida más que sólida”, indica.

 

“Tenemos que estar preparados porque esto puede volver a ocurrir”, concluye.

Click para comentar

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *