En el sector “El Rulo” de la comuna de Coínco se ubica el emprendimiento de Edikson Cabezas, quien ha dedicado toda su vida a ser cantero, a trabajar la piedra laja, esa que estaba detrás de su hogar.
Solo cinco años tenía Edikson cuando llevaba agua a don Luis Gálvez el cantero que extraía piedra rosada desde el patio de su casa en Coínco, en el sector “El Rulo”. Doce años más tarde, el año ‘85, se convierte en ayudante de don Luis, labor que cumple hasta el año ’92.
Hoy, ya trabaja en forma independiente en la cantera Don Avelino, ubicada a un par de kilómetros de su casa, y a la que bautizó así en honor a su abuelo. Ha pasado un cuarto de siglo desde que comenzó a trabajar solo, produciendo con la piedra laja material para enchape de murallas, adoquines, bases para pilares y piedras para adornar pisos de garaje, entre otros productos.
Así, inicia su relato Edikson Cabezas Pávez, quien partió trabajando con combo y cincel y hoy “ya cuento con una serie de herramientas, gracias al apoyo que me ha entregado la Seremi de Minería. Fue un reencuentro, ya que yo me había alejado de la ayuda gubernamental, pero el año pasado me decidí a consultar y me han entregado mucho apoyo, que ha sido esencial para mi trabajo”.
Y para muestra un botón: se ganó un proyecto financiado con recursos del Programa de Capacitación y Transferencia Tecnológica para la Pequeña Minería Artesanal, Pamma, que financia el Ministerio de Minería, que le otorgó $3.000.000. “Con él pude contar con 100 horas de máquina (retroexcavadora) para mejorar el camino de acceso a la cantera. Antes era impensable subir en vehículo, por lo tanto, se complicaba la venta, ya que yo debía bajar los productos para entregarlos. Tras los arreglos, sube perfectamente, el comprador”, detalla.
Del combo al roto martillo
Asimismo, ha sumado a su combo y cincel una serie de herramientas gracias al proyecto que presentó al Fondo Concursable del Programa de Transferencia y Fomento a la Pequeña Minería, que ejecuta la Seremi de Minería y que entrega asesoría técnica y recursos a los mineros metálicos y no metálicos de la Región de O’Higgins y que es financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Regional, FNDR.
Con él, explica Edikson Cabezas, obtuvo $3.500.000 con los que adquirió la carretilla en que a diario –y acompañado de sus fieles canes “Compañero” y “Cholito”- transporta hasta la cantera las herramientas que también adquirió con el mismo proyecto. Entre ellas, el rotomartillo (taladro para perforar rocas); además del tecle tirford, el taladro de columna, las brocas, los chuzos, y el esmeril angular, entre otros elementos fundamentales para su labor.
“Contar con estos elementos es esencial, se facilita y aliviana mucho el trabajo”. Un ejemplo, el rotomartillo, que les permite realizar los orificios para instalar los explosivos y cortar la roca que trabajará. Antes debía hacer esa perforación a combo y cincel con gran esfuerzo físico e inversión de tiempo. “Para mí el rotomartillo era un sueño, y hoy lo tengo, junto con el generador que permite contar con la electricidad para su funcionamiento”, detalla. También destaca el tecle, herramienta con la que puede mover la roca que saca del cerro para trabajar.
Al respecto, la Seremi de Minería de la Región de O’Higgins, Leonor Díaz Salas, señala que “apoyos, como los que ha recibido don Edikson Cabezas, cantero de Coínco, son parte del compromiso permanente del Gobierno de la Presidenta Bachelet de apoyar a la pequeña minería metálica y no metálica de la Región y el país. Por ello, es que se realiza un esfuerzo constante porque junto a la entrega de recursos, reciban también asesoría técnica y capacitación para que puedan mejorar su productividad y potenciar su desarrollo”.
Capacitación
Pero Edikson Cabezas, no solo ha recibido recursos económicos, sino que también la capacitación a la que ha tenido acceso a través de la Seremi de Minería como son los cursos del Programa PAMMA del Ministerio del Ramo y los cursos Sence, en que la Seremi actúa como Entidad Requirente para -a través del Programa Becas Laborales- capacitar a mineros metálicos y no metálicos de la Región de O’Higgins. “El año pasado participé -detalla- de un curso (PAMMA) en el que aprendí el tema del manejo de explosivos y pude obtener la respectiva licencia que acredita que sé utilizarlos. Eso significa que puedo hacer un trabajo seguro y cumpliendo la normativa”.
En el caso de los cursos SENCE, Edikson Cabezas fue parte de los 15 canteros que -este año- se capacitaron en seguridad en faena minera no metálica, que incluyó un total de 20 horas de clases y la entrega de un kit de herramientas. “La posibilidad de aprender siempre debe recibirse como una oportunidad, y en este curso, que fue teórico y práctico, aprendimos mucho y pudimos ayudar a definir que contendrá el set de herramientas con el que podremos apoyar nuestra seguridad en el trabajo. Valió la pena hacerse el tiempo para asistir”, concluye.
Sobre los desafíos futuros, señala que “falta encontrar jóvenes que se interesen por aprender este bonito oficio, junto con mejorar los sistemas de ventas de los productos que ofrecemos”.
Edikson Cabezas se despide, junto a “Compañero” y “Cholito” e ingresa a su taller donde desarrolla su segunda pasión: hacer artesanías. “Aquí me entretengo también, haciendo piletas, mesas de centro y miniaturas de hornos de barro con piedras. Es mi hobby y un segundo trabajo”.
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