Ante el aumento de matrimonios entre inmigrantes en nuestro país, la coordinadora del Centro de Estudios Migratorios de la Universidad de Santiago de Chile, Dra. Adriana Palomera, señala que la norma no puede centrarse solo en fiscalizar los ingresos al país. Advierte que “los extranjeros deben residir en los márgenes de la ciudad, como guetos, lo que es una señal clara de sus condiciones de pobreza y falta de oportunidades”.
Según cifras del Registro Civil, en 2016 se celebraron 1.819 matrimonios de inmigrantes en Chile, lo que significa un aumento de 30% con respecto a 2015.
Para la coordinadora del Centro de Estudios Migratorios de la Universidad de Santiago de Chile, Dra. Adriana Palomera, la cifra es “significativa” y plantea una serie de desafíos para el país en materia de integración.
“El primer desafío de Chile es tener una ley migratoria actualizada, porque todavía dependemos de una normativa de 1975”, sostiene. “Dicha ley debe ser de integración y no solo de fiscalización, que es el peligro que viven todos los países que enfrentan esta problemática”, continúa.
A fines del año pasado, el Gobierno señaló que enviaría un proyecto de ley para modificar la normativa en el Congreso, lo que aún no se ha concretado.
De acuerdo a la experta, la normativa debe considerar las problemáticas centrales que afectan a los inmigrantes en este momento, “que contemple el acceso a la vivienda, la educación y el trabajo, porque la residencia está sujeta a contratos, por ejemplo”.
Acceso a la vivienda
“El país está al debe con los inmigrantes”, sostiene. “Hoy, vemos que se constituyen en los márgenes, como guetos, lo que es una señal clara de sus condiciones de pobreza y falta de oportunidades”, critica.
Agrega que “aun cuando llegan al centro de Santiago, no habitan necesariamente en los lugares más céntricos, sino en las zonas más marginalizadas”.
Educación
Para la académica, existen dos grandes temas en esta área que también deben ser incorporados en una eventual actualización de la ley migratoria.
Primero, abordar “la falta de un programa ministerial que contribuya concretamente a la integración desde el ámbito curricular”.
“En las escuelas, donde se encuentran niños inmigrantes, los profesores terminan usando el sentido común, porque no existe una bajada en las asignaturas que contribuya a este aspecto de la labor docente”, indica.
En segundo lugar, “está el reconocimiento de las calificaciones académicas de algunos migrantes, que son profesionales en su país, pero no se les reconoce acá”, afirma.
Motivos de la inmigración y proyecciones
Para la especialista, una causa importante que determina el arribo a nuestro país de ciudadanos extranjeros es “el tipo de cambio, que es más conveniente”, descartando que vengan porque en Chile se paguen mejores sueldos.
Respecto a qué pasará al futuro con esta población en el país, proyecta que “esto aumentará, pero no me parece que se vaya a disparar, porque uno ve la situación de los países latinoamericanos y, por ejemplo, la situación económica en Perú ha repuntado”.
Con todo, indica que el aumento se hará más evidente en un plazo de 10 años.
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