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Hospital de Pichilemu implementa nueva sala de curaciones y procedimientos

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Con un espacio que duplica en superficie a la anterior, la nueva sala de curaciones incorpora dos camillas, más mobiliario y entrega una mayor comodidad a los usuarios que requieren tratamiento de curaciones.

 

Pichilemu, 14 de marzo de 2017.- A comienzos de 2016 el Hospital de Pichilemu fue acreditado en calidad y seguridad de atención al paciente por la Superintendencia de Salud, esta certificación busca la estandarización de protocolos para la mejora de la calidad de atención a los usuarios. En esta misma línea, mes a mes el establecimiento trabaja en la integración y desarrollo de nuevos protocolos para seguir en esta mejora continua.

 

Un ejemplo de ello, es la habilitación de una nueva sala de curaciones y procedimientos que ya se encuentra en pleno funcionamiento para la aplicación de curaciones simples, tratamientos inyectables, tratamientos de quemados, curaciones de pie diabético, entre otros, comenta la enfermera Paz Muñoz.

 

La sala pudo ser construida gracias a fondos y a la gestión de la dirección del propio establecimiento. “Es un tremendo avance, tanto para mejorar la calidad de atención de los pacientes como para el personal que labora con ellos”, asegura Manuela Aguilera, asistente social y encargada de Recursos Físicos del Hospital de Pichilemu, quien explica que para la construcción de este nuevo espacio se reutilizó una parte de un área de acceso a un costado de Hospitalización.

 

La nueva sala de curaciones duplica el espacio de la anterior, ahora con 12 metros cuadrados; cuenta con dos camillas: una alta o normal y una baja para adultos mayores con problemas de movilidad; además de la diferenciación de área limpia y sucia, ambas con lavaderos. Carolina Cabrera, TENS encargada de curaciones, agrega que la nueva sala “cumple con la cantidad de metros cuadrados que una sala de curaciones tiene por norma, además del hecho de contar con tres basureros distintos”.

 

Sobre la marcha blanca, la enfermera Paz Muñoz, señala que el hecho de contar con dos camillas, permitió que “en verano se pudieran realizar dos tratamientos inyectables a la vez, ayudando a reducir el tiempo de espera, sobre todo en los meses donde aumenta la población”. Con respecto a la anterior sala, la enfermera indica que ahora es usada para la atención de podólogo y para la realización, en algunos casos, de electrocardiogramas.

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