Diez ejemplares de loros cachaña y choroy fueron devueltos a su hábitat natural, tras un largo proceso de rehabilitación.
Diez loros rescatados en distintos sectores de la región, en su mayoría incautados por tenencia o comercio ilegal, o entregados por la comunidad, son las especies que fueron liberadas por funcionarios del Servicio Agrícola y Ganadero en el Santuario de la Naturaleza de Alto Huemul, ubicada en la localidad de Sierras de Bellavista, en la comuna de San Fernando.
Los loros, que al momento de su rescate, se encontraban con cierto grado de adaptación al cautiverio, fueron rehabilitados y reinsertados exitosamente en la reserva, que cumple las características de aislación y de condiciones para que estas especies se desenvuelvan apropiadamente en su hábitat natural.
“Esta es la roblería precordillerana ubicada más al norte de Chile, con una gran extensión que servirá de hábitat específico de estos loros nativos que buscan estos bosques caducifolios para su alimentación, su reproducción y finalmente, su desarrollo poblacional, impactando positivamente la trama ecológica del lugar”, indicó Diego Ramírez, Coordinador de Vida Silvestre del SAG.
Rodrigo Barra, Jefe de la Oficina SAG de San Vicente, indicó que “estas especies son protegidas y están en categoría de amenaza para su conservación. Estas especies no son mascotas, ellas tienen que vivir en su ambiente natural, y por eso el llamado a quienes utilizan o creen que estas especies son mascotas, a no hacerse parte de este comercio ilícito, y si las poseen, a entregarlas voluntariamente para que nosotros podamos enviarlas a un centro de rehabilitación y posteriormente liberarlas en su ambiente natural”.
Sobre las posibilidades de sobrevida en este hábitat natural, Ramírez indicó que “estas especies de loros, cachaña y choroy, son muy gregarias, forman núcleos de varios ejemplares con una estructura poblacional y por eso no se pueden liberar solos. Estos ejemplares, se van a insertar y convivir con otras bandadas que residen en este bosque. Como estos loros han pasado por un proceso de rehabilitación exitoso, donde se les ha eliminado completamente el factor de la impronta, y están en adecuadas condiciones nutricionales y sanitarias, las posibilidades de sobrevivir son muy buenas, fácilmente en estas condiciones esta especie vive entre 25 a 30 años”.
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