Hoy se celebra el Día Mundial del Agua, instituido por la Asamblea General de las Naciones Unidas el año 1993. Uno de sus propósitos es generar estrategias que permitan la conservación del recurso hídrico. En una región como la nuestra, donde la agricultura es el pilar fundamental del desarrollo del territorio y donde somos líderes en la producción de frutas y hortalizas, el Día Mundial del Agua debiera tener mayor protagonismo.
Hoy, solamente un trece por ciento de la superficie regional tiene acceso al agua de riego, es decir, se riegan 215 mil hectáreas. De estas hectáreas, el 25 por ciento es utilizado para el cultivo de maíz y un gran porcentaje de esos suelos son regados con riego por surco o tendido, que son los sistemas de riego menos eficientes que existen actualmente.
Sólo un 30 por ciento de las hectáreas de riego en nuestra región se riega con sistemas con una eficiencia del 90 por ciento, contra los tradicionales que tienen una eficiencia del 25 al 30 por ciento; por lo que es de suma importancia que incorporemos sistemas de riego más eficientes para nuestros cultivos y frutales.
Por otra parte, el cambio climático nos ha hecho ir tomando conciencia de lo valioso que es este recurso y lo escaso que ha pasado a ser como consecuencia de este fenómeno climático.
En este escenario cada vez más desfavorable, debemos implementar políticas hídricas que fomenten el cuidado y el mejor aprovechamiento de este recurso, la incorporación de sistemas de riego tecnificado, así como también, subsidiar la construcción y renovación de obra de acumulación y distribución, para que así podamos gracias al clima, suelos y profesionales que tenemos; convertir a nuestra región en una verdadera potencia agroalimentaria.
