Los centroizquierdistas no paran de emprenderlas contra los ricos como si entre ellos no los hubiera. Desde luego, un medio acaba de informar que el Partido Socialista tiene inversiones en acciones y bonos y otros valores por $ 15.000 millones y los manejan ellos. No hay fideicomiso ni ciego. No sabemos de las inversiones del PPD, PR, PDC, PC (salvo las que tenía en ARCI y que las retiró) Hipócritamente, el blanco favorito de la izquierda es el candidato Sebastián Piñera, quien ha entregado su patrimonio, valorado conforme la determinar la ley, a un fideicomiso ciego para su administración más el de su señora y de sus hijos y que ha ido más allá de la norma legal.
Está bien que lo haga para garantizar su probidad y transparencia. De igual modo los parlamentarios y altos funcionarios de gobierno han hecho público sus patrimonios, aunque no sabemos si fueron debidamente valorados ni como se administran. E cumplimiento de la ley no es suficiente para garantizar que no legislarán ni gobernarán en provecho propio y de sus familiares cercanos.
De triste memoria son los conflictos descubiertos como como Caval, OAS (Bachelet). Esposas, hijos y otros parientes designados en altas funciones no siempre con las debidas competencias (Goic/hermano y hermana, Andrade/Olate; parientes con altas remuneraciones (a nivel del X quintil) de ministros y subsecretarios (13), de senadores (10), de diputados (18) todos suman más de $ 1.200millones anuales; falsos exonerados acreditados por políticos de la ex-NM y quizá cuantos más; platas políticas (MEO/Warner y SQM, las pesqueras y JP Letelier, J Quintana, Lagos Weber, Girardi, Harboe, Allende); Contratos al margen de ChileCompras o Licitaciones (remodelación de la Presidencia, contratos con sociedades médicas).
Al iniciarse la carrera presidencial con proclamaciones y primarias se echa de menos los fideicomisos ciegos que debieran constituir los demás candidatos. Las recientes declaraciones de los postulantes indican los siguientes niveles de riqueza, valorados también en valores de libres y tasaciones del SII:
Alejandro Guillier $ 366 millones, 6 propiedades más $ 5.000 millones de su mujer
José Antonio Kast $ 4.100 millones
Manuel José Ossandón $ 3.457 millones, entre ellos 57 propiedades
Felipe Kast $ 1.075 millones
Carolina Goic $ 278 millones Aún no sabemos nada sobre el patrimonio de los que no son parlamentarios ni funcionarios de alto nivel:
Beatriz Sánchez Alberto Mayol,
Ricardo Lagos (nadie sabe si le tocan la puerta por segunda vez)
Marcos Enríquez
Marcel Claude
Tomás Jocelyn Holt
Franco Parisi.
¿Cuánto es ser rico como para someterse a un fideicomiso ciego? Si, como se asevera comúnmente, son ricos todos aquellos que gozan de ingresos mensuales sobre $ 3 a $ 5.5 millones (tasa 35,5 a 40 % de global complementario) o $ 3 millones mensuales (Casen, X decil de la distribución del Ingreso). Así, lo son todos los candidatos mencionados más arriba y que han declarado su patrimonio por imposición legal y no por voluntad propia. Se espera que constituyan un fideicomiso ciego tal como lo ha hecho Piñera. Algunos argumentarán que no son tan ricos como para abandonar su gestión (patrimonio inferior a $ 670 millones o US $ 1 millón) y que a ese nivel nadie hace pingues negocios.
Puede que en estos momentos no valga la pena liquidar las inversiones y convertirlas en billete como infantilmente propone Alberto Mayol, como si guardarlos debajo del colchón los convirtiera en pobres probos. Por otra parte, todos sabemos que tratándose de valores bursátiles, depósitos a plazo, bonos y otros valores financieros no se espera una revalorización explosiva durante los próximos cuatro años, a menos que sea el controlador y decida venderlos a terceros con una substancial ganancia de capital.
Pero cuando se trata en derechos en sociedades, comunidades y otras formas con patrimonios tipo pymes medianas a grandes, puede haber una suculenta ganancia al venderlas a otro invesionista. (El caso de Caval era de US $ 10 millones). De igual modo, cuando el patrimonio está disperso en numerosos bienes raíces, algunos de ellos muy revalorizados, generan una substanciosa ganancia de capital al venderlos o si se aportan a proyecto inmobiliarios que prometen jugosas utilidades. En estos casos habrá conflictos de intereses, porque cuando se está ejerciendo el poder, las informaciones propuestas sobre inversiones “interesantes” llegan solas y la tentación puede ser grande. (Ossandón, Guillier y los Kast poseen valiosas inversiones inmobiliarias).
De ahí que esperamos ansiosamente los anuncios de fideicomisos ciegos de los postulantes a la presidencia, al estilo Piñera (más allá de los que la ley obliga), incluyendo los patrimonios familiares (como la mujer de Gillier y talvez las de los demás de los candidatos). Así mismo, esperamos también las declaraciones patrimoniales de los postulantes que, por no ser funcionarios públicos ni parlamentarios, no están obligados a declararlos públicamente y dejarlos en fideicomiso ciego.
Javier Fuenzalida Asmussen
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