Ante la disminución de cuatro puntos porcentuales en la satisfacción de los chilenos con respecto al año pasado, el psicólogo, antropólogo y académico de la U. de Santiago de Chile, Dr. Sergio González, afirma que este indicador se condice con el excesivo tiempo que demanda el mundo laboral para mantener un cierto estándar de vida material.
En tal contexto y en el entendido que las medidas para enfrentar esta situación deben ser multidimensionales, el especialista subraya la necesidad de aprobar la iniciativa que reduce la jornada de trabajo de 44 a 40 horas semanales.
La segunda versión del Índice de Bienestar 2017, estudio desarrollado por GfK Adimark, junto a otras instituciones, arrojó que solo un 16% de los chilenos se declara satisfecho con su actual estilo de vida. El indicador disminuyó 4 puntos porcentuales respecto del año pasado.
Para el psicólogo, antropólogo y académico de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Sergio González, esto refleja una desconexión entre el bienestar material alcanzado por los estratos socioeconómicos del país, versus la satisfacción que experimentan por lo conseguido. A su juicio, ello se debe al elevado sacrificio que exige nuestra sociedad para mantener un estándar de vida adecuado.
“Lo que se ha logrado en términos de progreso personal y familiar, ha sido a través de un alto costo en tiempo propio. Es decir, para lograr los niveles de consumo e ingresos que hoy tiene la mayor parte del país, las personas han tenido que destinar demasiado tiempo al trabajo, con todo lo que ello implica”, señala.
El Dr. González hace hincapié en que, sumadas los horas de traslado en transporte, la jornada laboral de un chileno promedio termina sobrepasando el tiempo que debería destinarse a sí mismo, además, el cansancio aumenta y el agotamiento termina provocando cuadros de depresión episódica y altos niveles de malestar.
“Hay menos tiempo para la recreación, para la intimidad, para los afectos y para la sexualidad. Es decir, menos tiempo subjetivo, que es lo que permitiría establecer una correspondencia entre el estándar material y la calidad de vida”, remarca.
El estudio concluye que los encuestados prefieren ver televisión (23%) que estar en familia (13%) o con los hijos (6%). Según el académico, esta preferencia es consecuencia del alto nivel de agotamiento con que los chilenos llegan al fin de semana. “Finalmente, se pierde la lógica del sentido de la vida, donde lo que se supone que era un medio instrumental (el trabajo) se impone al desarrollo de las personas”, sostiene.
Menos horas de trabajo
De acuerdo al Dr. González, las medidas para enfrentar esta situación deben ser multidimensionales. No obstante, reconoce que el proyecto que se encuentra en el Congreso y que plantea reducir la jornada laboral de 44 a 40 horas semanales es una de las principales soluciones en este sentido, ya que se hace cargo de un problema fundamental.
Según un informe de The Conference Board Economic sobre perspectivas laborales de la OCDE, Chile es el quinto de 38 países con más horas laborales, pero presenta un promedio de producción marcadamente inferior al de los demás países de la agrupación (US$ 27 por hora de trabajo versus las US$ 49 que alcanza, en promedio, la organización).
Finalmente, el Doctor González sintetiza su postura, señalando que “disminuir la jornada es una solución tremendamente efectiva, en la medida en que se puedan mantener los niveles de productividad e, incluso, aumentar. Esto tiene que ver con una nueva lógica contractual que debe establecerse en el mundo del trabajo”.
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