La discusión política y la campaña electoral sirve para replantearse que es lo que queremos. Las ideas y promesas suelen llegar a lo ridículo como el candidato que quiere un tren bala entre Arica y Puerto Montt, otros que quieren volver al sistema de reparto en la previsión, el fin de las AFP y de las ISAPRES para entregar toda previsión y la salud al estado. Una ministra de salud que insiste en dedicarse a los inmuebles cuando es incapaz de prestar un servicio pronto y eficiente a más de 1,5 millones de personas que hacen colas (22.000 murieron mientras hacían colas). El estado continúa derrochando los impuestos de los contribuyentes que con sudor producen y ganan sus ingresos. De los miles de proyectos públicos la Dirección de Presupuesto a duras penas revisa 23 programas calificando 19 como ineficientes, pero que no se “podan” sino que siguen vigentes, porque ello genera ocupación para la izquierda., Lo inaceptable es que todos los años se proponen nuevos y mayores gastos que no se financian con ahorros que se producirían al eliminar y cortar los que han fracasado. La razón: la izquierda solo sabe vivir del estado. Es su casa, aunque no paga arriendo, etc.
Un ex ministro de economía quiere resucitar la burocracia que proponía Frei Montalva para que sea el estado el verdadero promotor del crecimiento económico de Chile. Propone crear nuevas agencias y reparticiones públicas. Mientras tanto, la derecha popular como la llama ahora el sociólogo Tironi, sorprendido por la paliza dada a la izquierda en las primarias, no se pregunta cuáles debieran ser los prioritarios y cuáles prescindibles.
¿Qué es lo que hoy tiene prioridades en la concertación y que no cambia a Chile?
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CODELCO US $ 200 millones para irse a Ecuador, Brasil y Mongolia
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ENAP, US $ 400 millones no se sabe para qué
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ENAMI, US$ 700 millones para una refinería
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TVN US $ 90 para un esquema televisivo que ya es obsoleto
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Bancoestado US $ 1.620 millones para competir con el sector privado
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Gratuidad educacional a futuros pudientes ciudadanos, US $ 3.500 millones
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160 nuevos organismos públicos que costarán US $ 769 millones anuales
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60.000 nuevos funcionarios públicos regiamente pagados
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Creación de nuevas regiones
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Aumento del número de diputados y senadores
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Dietas y asignaciones parlamentarias estilo Trump
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Crear regiones: Ñuble US $ 350 millones
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Pensiones millonarias en el sector público
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Nuevos ministerios, subsecretarías y superintendencias
¿Qué es lo que no tiene prioridad para Bachelet y que cambiaría a Chile?
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SENAME
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50.000 familias en campamentos sin perspectiva
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4.600.000 millones de trabajadores con lagunas previsionales y sin seguros
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700.000 niños sin educación prescolar
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1.500.000 de enfermos haciendo colas para atención de salud
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250.000 enfermos esperando para operarse
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150.000 jóvenes de familias del 1° decil desocupados sin capacitación
Si realmente se desea hacer progresar a los trabajadores y sus familias que no han tenido acceso a una buena educación, programas de capacitación, educación pres escolar, etc. entonces los gastos no prioritarios porque no contribuyen al progreso económico y social del país que encabezan esta lista deben pasar a la cola y las de la cola, prioritarios, ponerlas en el primer lugar. ¿Lo hará un nuevo gobierno?
Javier Fuenzalida Asmussen
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