Bajo el marco del proyecto FIC ejecutado por la Universidad Austral de Chile, se dio inicio a la Campaña de Conciencia y Educación Ambiental dirigida a los actores locales de las cuatro comunas que forman este nuevo destino turístico.
Desde el año 2015 que un grupo de académicos de la Universidad Austral, junto al apoyo del Gobierno Regional de O´Higgins, se encuentra trabajando en las comunas de Marchigüe, Pumanque, Lolol y Paredones, para potenciar un nuevo destino turístico llamado “Pueblos de Campo y Mar del Valle de Colchagua”.
Durante dos años los especialistas de la universidad realizaron un arduo trabajo con los emprendedores turísticos de la zona, con el objetivo de construir una estrategia de desarrollo turístico integral con identidad local y hoy, gracias a la adjudicación de un nuevo proyecto, buscan seguir fortaleciendo el crecimiento turístico, pero ahora orientado a posicionar en el mediano plazo a esta zona como el primer destino sustentable de la Región de O ‘Higgins.
Para lograrlo, cuenta su coordinador, Guillermo Nova “estamos realizando diversas acciones orientadas hacia la consolidación de este nuevo destino, pero bajo parámetros que al mismo tiempo permitan resguardar el patrimonio natural y cultural, promoviendo el desarrollo socioeconómico de los habitantes a partir de una proyección sólida de sus emprendimientos y resguardando la calidad ambiental del destino”, explica.
Por esta razón, es que durante las últimas semanas se comenzó a ejecutar la “Campaña de Conciencia y Educación Ambiental” y que comenzó con la formación de grupos ecológicos en las distintas escuelas y liceos pertenecientes a las comunas de Lolol, Marchigüe, Pumanque y Paredones.
“Lo que estamos haciendo en estas escuelas es el inicio de una campaña de reforestación con árboles nativos como el boldo, el quillay y el maqui. La idea es que nosotros podamos recuperar algunos espacios perdidos para que se constituyan en un atractivo para los visitantes y turistas y que puedan conocer las especies nativas de esta zona”, señaló José Escaida, profesional del proyecto.
Uno de los establecimientos educacionales que participó en la actividad de reforestación fue la Escuela América de Marchigüe. Al respecto, su directora Olga Valladares comentó estar “muy contentos de poder poner en valor nuestro patrimonio natural de la zona y hacerlo de manera práctica. No es lo mismo explicar esto en una sala de clases, a que sean los mismos alumnos que planten los árboles y que después puedan observar como ese árbol va creciendo”.
Un desarrollo sustentable
Uno de los principales ejes de este proyecto, financiado por el Gobierno Regional de O’Higgins a través del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC), radica en la importancia estratégica de resguardar el principal activo del turismo local, asegurando la sostenibilidad económica de los emprendimientos, la valoración sociocultural y el equilibrio medioambiental del territorio.
Así lo explica el Intendente Regional, Pablo Silva. “Queremos que nuestra región se reconozca por una actividad turística que es amigable con el medioambiente y por eso apoyamos estas iniciativas. Vamos en esa línea porque sabemos también que la tendencia actual de los turistas es demandar y valorar cada vez más, destinos turísticos que promueven la sustentabilidad de los territorios”, indicó.
La campaña medioambiental también contempla, en cada comuna que participa en el proyecto, la implementación de puntos limpios, la sustitución de bolsas plásticas, recolección de pilas, lugares de acopio, reciclaje de chatarra electrónica, de papeles y cartones, campañas de ahorro del recurso hídrico y energético, entre muchas otras acciones.
Además, se realizarán acciones orientadas a sensibilizar y concientizar a los residentes locales respecto de la fragilidad del entorno y cómo un destino amigable con el medio ambiente puede tener mayores posibilidades de atraer turistas. Para esto se realizarán asesorías individuales para los prestadores de servicios, con el objetivo de que puedan promover buenas prácticas medioambientales en sus propios negocios, como técnicas de compostaje, reciclaje, separación y reducción de residuos y búsqueda de energías alternativas renovables.
“Con ello- señala Guillermo Nova- el proyecto aborda, por una parte, una estrategia global a nivel del territorio, implicando y educando a los residentes locales y, por otra, interviene en la oferta turística local incentivando la incorporación paulatina y secuencial de medidas de mitigación y bajo impacto con el frágil ecosistema al cual todos pertenecemos, principal activo en el que descansa la actividad turística de un territorio”, concluye el coordinador del proyecto.
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