Tras la recientemente promulgada Ley de Convivencia Vial, que entrará en vigor en noviembre próximo, resulta clave que la población, en su conjunto, conozca las nuevas medidas que regularán el tránsito en nuestras ciudades.
A partir de este jueves 21 de junio, organizaciones ciclistas de las ciudades de Arica, Iquique, Antofagasta, Villa Alemana, San Antonio, Rancagua, Chillán, Concepción y Santiago, serán las protagonistas de la “Campaña Ciudadana de Convivencia y Seguridad Vial”.
Luego de tres años de intensa tramitación legislativa, la Ley fue promulgada en marzo pasado gracias al apoyo y la convergencia, de más de 100 organizaciones, instituciones y universidades, agrupadas en la Red Nacional para la Convivencia Vial, que respaldaron con fuerza la iniciativa.
La nueva Ley incorpora formalmente a los nuevos usuarios –los ciclos, bicicletas y otros rodados, motocicletas, triciclos de carga, y aquellos nuevos tipos y modelos que la movilidad sostenible traiga a futuro-, para lograr una convivencia armónica, respetuosa y segura de todos los actores.
Sin embargo, para que este relevante esfuerzo cumpla sus objetivos, es preciso promover y madurar un nuevo pacto social, un cambio de hábitos en el uso de la calle, un protocolo de empatía que abone el camino a la esperada transformación cultural, en el que se sustenta la nueva Ley, donde lo importante pasa a ser la persona, el bien común y el derecho a convivir en un espacio público seguro.
La campaña es coordinada por el Centro Bicicultura, en el marco de un proyecto ganador del Fondo de Fortalecimiento de las Organizaciones de Interés Público (FFOIP 2017) de la SEGEGOB y CONASET, y con la participación activa de las organizaciones ciclistas y gobiernos locales, difundirá la Nueva Ley de Convivencia Vial a través de sus 13 principales medidas, especialmente aquellas que dicen relación directa con el uso de la bicicleta en la calle.
La fuerza local, el impacto regional
En cada ciudad involucrada, las organizaciones ciclistas, especialmente aquellas lideradas por mujeres, son fuentes de energía humana fundamentales para poner en marcha este proceso de autocuidado ciudadano. Para liderar vocerías, para transmitir mensajes a su comunidad, para informarse de los contenidos de esta ley y pensar su entorno desde este escenario. Para ello contarán con la orientación y acompañamiento del equipo profesional de Bicicultura y el apoyo de diversas entidades de gobiernos locales, Seremías de Transporte, CONASET y autoridades, técnicas y políticas, de numerosos Municipios, que tienen responsabilidad en el proceso de puesta en marcha de esta Ley.
En este plano, destacar que las organizaciones de estas 8 ciudades, invitadas a llevar la Campaña son: Bicirustas y CicloBiciosos de Arica, el Colectivo Bicivilízate de Iquique, Bicivilizadas y Antofacleta de Antofagasta, el Club de Ciclismo Deportivo de Villa Alemana, la Agupación Ciclovías San Antonio, el Colectivo Bioenergía de Rancagua, Muévete Bike Club de Chillán y MasCleta y Pink Flow de Concepción.
Un punto relevante de la “Campaña Ciudadana de Convivencia y Seguridad Vial”, es que -además de comenzar por las regiones-, apunta a mejorar la seguridad de los usuarios vulnerables de las vías: ciclistas, peatones y motociclistas, pero tendrá un énfasis especial con enfoque de género, entendiendo a las mujeres como las usuarias más vulnerables.
Otro rasgo importante de destacar de la campaña es que tendrá impronta local, con sus particularidades y focos de interés, pero sin perder de vista el centro, las 13 principales medidas de la Ley, con imágenes y testimonios de ciclistas, particularmente de mujeres, de distintas edades y perfiles sociales, étnicos y culturales, apelando a la empatía y subrayando la contribución de estas medidas a la seguridad.
Demandas Locales
Otro reto importante para cada ciudad participante y sus organizaciones e instituciones locales, es que en cada campaña local se hará énfasis en aquellas medidas que más coincidan con la realidad y necesidades de sus territorios. Así es como Arica, Iquique, Antofagasta, Villa Alemana, San Antonio, Rancagua, Chillán y Concepción, tendrán su propia “Campaña Ciudadana de Convivencia y Seguridad Vial”.
En este contexto, cabe hacer presente que Rancagua se destaca por ser ampliamente reconocida por sus éxitos respecto del diseño e implementación de su Plan de Fomento de la Bicicleta y la Caminata a nivel nacional, y por lo tanto, constituye un referente a seguir de buenas prácticas. Bajo este marco, interesa promover los siguientes aspectos:
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Las ciudades de calidad son aquellas que piensan en todas las personas.
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No vas solo en la calle; a tu alrededor todos merecen sentirnos seguros.
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Ciudades seguras son aquellas donde las mujeres se sienten cómodas en el espacio público.
Modificaciones a la Ley de Tránsito
La Ley de Convivencia Vial, modifica la actual Ley de Tránsito y se funde con ella, siendo sus principales medidas las siguientes:
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Distingue entre vehículos motorizados y no motorizados a lo largo de toda la Ley de Tránsito.
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Crea la categoría de CICLOS, y agrupa en un capítulo especial todas las normas relacionadas a bicicletas, triciclos, patines y patinetas, bicitaxis, cargobikes y otros.
3.1. Establece el uso obligatorio de ciclovías existentes y certificadas por el Ministerio de Transportes, quien tendrá 8 meses para comunicar las que cumplan los estándares correspondientes.
3.2. En ausencia de ciclovía certificada, los ciclos deben circular por la calzada, por pista derecha, salvo excepciones establecidas.
3.3. Las excepciones a circular por la pista derecha son: cuando es pista sólo bus; para virar a la izquierda; para alcanzar la línea de detención adelantada; cuando la pista está obstaculizada por un vehículo detenido, construcción, reparación, accidente o inundada.
4.1. Podrán circular por vereda: niños y niñas hasta 14 años; adultos que llevan niños de hasta 7 años; adultos mayores y personas con discapacidad o movilidad reducida; o cuando las condiciones climáticas o de circulación hagan riesgoso circular por ciclovía y calzada.
4.2. Ciclistas que circulen por la vereda o pasos de cebra, deben hacerlo a velocidad de peatón. Si hay mucho flujo peatonal, deben bajar de la bicicleta.
4.3. Al circular por la vereda, deben hacerlo tomando distancia de la línea de salida de las edificaciones, cediendo el paso a personas, mascotas y vehículos.
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Crea una línea de detención adelantada para bicicletas y motos, en los cruces con semáforos. Para acceder a ésta, ciclos y motos pueden adelantar a los vehículos motorizados detenidos, por ambos costados.
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Facilita a los municipios la creación de zonas de tráfico calmado (20, 30 o 40 k/h) en entornos residenciales, escolares, hospitalarios, comerciales y de alto flujo peatonal.
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Obliga a los motorizados a dejar 1,5 metros de distancia en toda la maniobra de adelantamiento a ciclos (atrás, al lado, delante).
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El Ministerio de Transportes tiene entre 8 y 18 meses para elaborar los reglamentos y estándares para ciclovías, implementos de seguridad y habilitación de zonas de tráfico calmado.
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Reducción de velocidad máxima urbana de 60 a 50 k/h. (Proyecto de Ley de artículo único, actualmente en trámite final en la Cámara de Diputados, ya aprobada en el Senado).
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