Convocados por el INJUV, cerca de 40 representantes de las carreras que dicta Santo Tomás en Rancagua participaron de un desayuno que también contó con la presencia de representantes de la Seremi de Salud de O’Higgins.
Según los datos de la primera encuesta de Salud Mental en Chile – dados a conocer el pasado mes de abril – un 46% de los estudiantes de educación superior presenta síntomas depresivos, un 45,5% tiene indicios de ansiedad y un 53,5% se siente estresado.
Ante estas alarmantes cifras, el Instituto Nacional de la Juventud convocó a un desayuno para discutir el tema de la salud mental en educación superior y en la Región de O’Higgins, teniendo como protagonistas precisamente a los jóvenes.
Pedro Díaz Sánchez, estudiante de Servicio Social en Santo Tomás, afirmó que la etapa universitaria es un periodo crítico: “Muchos estudiantes que presentan problemas de salud mental son reacios a divulgarlos y a solicitar algún tipo de ayuda. Una de las razones de ese silencio es el temor a la posible discriminación que pueden sufrir”.
Además, agrego que “aún persiste la idea errónea de que se trata de exageraciones que se podrían resolver con carácter y disciplina”. Raúl Tapia, estudiante de Técnico en Podología Clínica, coincide en que la salud mental está subvalorada: “Si hay algo de fondo, puede que haya un tema mayor, hay que estar atentos a esas señales”. Comentó que en Santo Tomás cuenta con redes de ayuda: “Las carreras son exigentes y hay una carga mental, psicológica y física, pero tenemos un gran apoyo a nivel de docencia y jefatura de carrera, además contamos con un psicólogo y con tutorías en el Centro de Aprendizaje”.
Raúl reconoce que falta mucho apoyo a nivel de gobierno: “Hay que generar más instancias para mejorar la salud mental de los jóvenes, mesas de apoyo, actividades recreativas y sociales, focalizadas por grupos etarios, faltan expertos del área que nos puedan orientar. También está el compromiso de uno, sólo con escuchar puedes ayudar a solucionar los problemas del otro”.
