Por David Pérez Arce
Uno de los rostros más recordado en el periodismo femenino de nuestro país, Marina de Navasal cerró sus ojos en Machalí, lugar donde vivía junto a su hija Ximena, sus nietos y biznietos, cuando estaba próxima a cumplir 94 años de vida, e inició el camino para reunirse con su esposo, José María Navasal.
Su nombre era de Marina Kunstamann pero fue conocida en todo el país y el extranjero como Marina de Navasal, encontrando notoriedad como profesional de las comunicaciones al trabajar en Las Últimas Noticias, El Mercurio, desempeñándose como directora de la Revista Ecran, creando con su marido, la agencia informativa Orbe y destacando su participación como panelista de TV en el programa “Almorzando en el 13”.
En la región, se recuerda su paso en el diario El Rancagüino, donde escribía una columna sobre espectáculo. Recibió numerosos premios y reconocimientos en su dilatada carrera profesional.
En la capilla Nuestra señora del Pilar, en la plaza de Villa Triana, se ofició una misa para despedir sus restos, a las 10:00 horas de ayer, para seguidamente trasladar sus restos a Santiago, señalando su hija que las cenizas de su madre serán depositadas en el Cementerio Marítimo de Valparaíso.
