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Académico UTALCA analizó la forma en que la industria favorece la colusión de las papeleras

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El profesor Hugo Salgado, si bien descartó que el Decreto de Ley 701, de fomento forestal, haya sido determinante en el desarrollo de la CMPC, advirtió sobre situaciones que pueden afectar la competencia.

 

Los peligros para la competencia, derivados de la concentración e integración del sector forestal y la necesidad de monitoreo más profundos, puso en evidencia el académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Talca, Hugo Salgado, en una presentación que realizó ante la Comisión Investigadora del Papel Tissue de la Cámara de Diputados.

 

En su exposición, el doctor Salgado analizó la eventual relación entre el Decreto Ley 701, de incentivo a las plantaciones forestales, y la colusión del papel sanitario. En su análisis, se basó en tres hipótesis, referidas a correlación y causalidad entre ese decreto y la colusión del papel tissue; si el DL 705 generó concentración en la industria, lo que facilitó la colusión, y si favoreció el desarrollo de una gran empresa (CMPC) que participó en la colusión.

 

Aludiendo a un estudio que dirigió anteriormente en la Universidad de Concepción, el especialista entregó un conjunto de datos que condujeron a una primera conclusión en cuanto a que establecer un vínculo de causalidad entre el DL 701 y la colusión en el mercado del papel higiénico en Chile “es complejo ya que hay un vínculo muy indirecto entre ambos temas”. Precisó que la producción de papel se relaciona con mucho menos del 0,5 por ciento de la producción de trozas —de la que se extrae la pulpa o celulosa para fabricar papel— y respecto a éstas solo un porcentaje recibió subsidio a través de ese decreto.

 

Concentración

Respecto a la concentración en la industria forestal, observó que ésta es alta en especies, empresas, productos exportados y concentración espacial. Además, se refirió a la separación de nichos de mercado y distribución espacial entre las tres grandes empresas: Arauco que se concentra en celulosa y madera; CMPC con foco  en productos de papel, y Masisa en la elaboración de tableros. Las dos primeras apuntan a mercados internacionales, “lo que genera peligros para la competencia en mercados nacionales, a lo largo de toda la cadena productiva”.

 

Hugo Salgado explicó que existe concentración y peligro para  la competencia, y añadió que entre las causas y efectos de esa situación están las economías de escala de la industria de celulosa, la que requiere de gran inversión, tamaño mínimo eficiente de operación de las plantas, asegurar el abastecimiento de materia prima, planificar plantaciones en el largo plazo, lo que conduce a integración vertical. Por otra parte, las empresas buscan agregar valor y diversificar su producción, ingresando a otros merados relacionados, lo que genera integración horizontal.

 

Celulosa

Al mismo tiempo concluyó que “la alta concentración e integración vertical/horizontal de la industria son características estructurales  del sector forestal, lo que se debe a que éste se desarrolló en torno a la celulosa, una industria  con altas economías a escala y altas barreras de entrada, que favorecen integración vertical y horizontal”. Estos dos últimos aspectos constituyen, a su juicio, “el mayor peligro para la competencia en mercados nacionales, ya que facilitan la colusión y las prácticas anticompetitivas”, e indicó que la existencia de estos peligros exige monitorear el sector con mayor profundidad.

 

En cuanto al efecto del DL 701, creado en 1974, en el desarrollo de las empresas, precisó que este subsidio opera sobre la silvicultura, donde no hay economías a escala ni barreras de entrada.

 

Uno de los datos que proporcionó señala que la CMPC y Arauco recibieron 600 millones de dólares por subsidios, cifras menores comparadas con el monto de las exportaciones forestales. “Si bien es cierto las grandes empresas forestales fueron las mayores beneficiadas por los subsidios del DL 701, el monto de los subsidios son menores en comparación con la industria, y se vinculan solo a los costos de la silvicultura”, detalló.  No obstante, reparó en otros riesgos vinculados a efectos del decreto. Uno de los cuales radica en que grandes empresas no solo obtienen directamente subsidios, sino que podrían internalizar el que se entrega a los pequeños productores forestales, al pagar menores precios por trozas.  Der ese modo advirtió que el subsidio puede convertirse en un traspaso de riqueza —directa o indirectamente— a grandes empresas forestales.

 

 

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