Con las bajas temperaturas, las infecciones respiratorias elevan su prevalencia en la región de O´Higgins, especialmente el Virus Respiratorio Sincicial (VRS). Para este año y a diferencia de anteriores, se prevé un aumento de casos debido a los constantes cambios de temperatura. Según cifras del Ministerio de Salud, cada año, 5 mil niños deben hospitalizarse en un centro de salud producto del contagio de este virus.
El Virus Respiratorio Sincicial es un tipo de virus común y de fácil contagio, que causa infecciones agudas de la vía respiratoria baja. Puede afectar a personas de diferentes edades, pero son los lactantes y niños prematuros menores de 2 años quienes presentan mayor riesgo de contagio y complicaciones derivadas de la infección.
Un grupo relevante de riesgo, son aquellos bebés nacidos de forma prematura, que por su condición están más expuestos a contraer la enfermedad e incluso en algunos casos al no recibir un tratamiento oportuno, pueden fallecer. En Chile nacen alrededor de 240.000 niños al año, de los cuales 18 mil pesan menos de 1,5 kilos.
Para Katherine Arteaga, presidenta de la Asociación de Padres de Prematuros de Chile comentó lo siguiente “en el caso de los nacidos prematuros el Virus Respiratorio Sincicial puede llegar a ser mortal, muchos de nuestros niños quedan con secuelas respiratorias, por ejemplo, cerca de un 20% presenta problemas respiratorios crónicos y alrededor de un 7% de los sobrevivientes es dado de alta con necesidad de oxígeno domiciliario, lo que los hace aun más vulnerables a las infecciones respiratorias”.
Por otro lado, el virus se propaga a través de diminutas gotas que van al aire cuando una persona enferma se suena, tose o estornuda. A fin de disminuir los riesgos asociados al virus se recomienda evitar la presencia de niños en lugares con alta afluencia de público, insistir en el lavado de manos frecuente y evitar el contacto con personas que estén cursando un cuadro respiratorio.
El médico Ricardo Eltit, pediatra y cardiólogo infantil explica que «Los síntomas del virus se pueden iniciar con o sin fiebre, tos constante y congestión nasal. Quienes requieren de un mayor cuidado e incluso de hospitalización, son los menores que presentan dificultad respiratoria o están muy decaídos y/o han dejando de alimentarse adecuadamente. En los casos con mayor urgencia, es necesario incluso recibir oxígeno y un tratamiento farmacológico específico. En el caso de los lactantes que padecen de un tipo de Cardiopatía Congénita y de un cuadro respiratorio obstructivo, la hospitalización es de suma urgencia».
En cuanto al tratamiento, un elemento importante es la adición de moléculas de protección específicas para el VRS (Inyección con anticuerpos monoclonales) que se administran de manera mensual durante el período de mayor carga viral (temporada de invierno). Estos fármacos están incorporados vía Ley Ricarte Soto, dentro de las prestaciones a pacientes de alto riesgo como prematuros menores de 32 semanas y a partir de este año se agregarían pacientes con cardiopatías congénitas significativas a menores de un año.
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