Los diarios capitalinos han difundido una carta en la que se culpa a la directora del INDH de hostigar a Carabineros. La nota suscrita al menos por 400 personalidades expone que: “Rechazamos el permanente hostigamiento hacia Carabineros de Chile por parte del INDH y en especial de su directora Lorena Fries. Solicitamos que el gobierno asuma su rol y ordene la forma en que interactúan los distintos organismos del Estado, evitando que la ideología extrema de unos pocos afecte el normal desempeño de Carabineros, institución respetada y querida por todos los chilenos”
La verdad es que manifestaciones en contra de la directora del organismo, y en otras ocasiones contra el Instituto mismo, no son nuevas.
La desaparición de las clases de educación cívica en los colegios y la ignorancia a veces grosera de algunos personeros políticos y algunos medios de comunicación desatan diatribas como ésta. Pero también hay que decirlo, los órganos encargados de velar por el respeto y la aplicación de los Estatutos de Derechos Humanos en todos los países del mundo siempre han sido atacados por grupos más o menos reaccionarios a su quehacer y a las cartas o tratados de protección de tales derechos.
Así en Venezuela o en Cuba se dirá que estos organismos son meros lacayos del imperialismo y de los países capitalistas; o en Chile o Argentina, se les acusará ordinariamente de ser títeres del marxismo.
Por lo tanto, Amnistía Internacional; la Comisión Interamericana de Derechos Humanos; Human Rights Watch; la Corte Europea o Americana de Derechos Humanos serán catalogados de izquierdistas o derechistas dependiendo del color del gobierno o de los ciudadanos que se sientan ofendidos por la existencia o la labor de tales entidades.
Permítame algunas aclaraciones para ahondar este análisis
1.- Los Estatutos de los Derechos Humanos tienen como responsable a los Estados. (No los gobiernos que son pasajeros) El Estado responde aunque las infracciones las haya cometido una dictadura o un grupo de insurgentes que se hizo del poder. No existen las infracciones de Derechos Humanos desde particulares hacia particulares. Cuando una particular agrede a otro, comete delitos y el Estado los persigue y castiga por otra vía. El código penal y el sistema de justicia penal.
- Por lo tanto, estos organismos tienen como deber y misión permanente fiscalizar a los órganos del Estado que detentan un poder que puede afectar a los ciudadanos. El precio de la democracia y de nuestra libertad es la permanente vigilancia. Imagínese si no lo hicieran porque no es conveniente o puede ofender a algunos.
3.- Usted habrá oído o leído esta tontera del “y donde está el INDH cuando los Carabineros son agredidos o cuando las familias sufren las consecuencias de la violencia en La Araucanía, o respecto de las víctimas de la delincuencia, etc.” Allí es donde se debe volver a la pregunta básica. ¿El agresor es el Estado? Pues si no lo es, ningún organismo de Derechos Humanos puede ni debe intervenir, es como pedirle a la FIFA que actúe en esos casos.
4.- Las personas víctimas de delitos excepcionalmente pueden ser amparadas por los organismos de Derechos Humanos, pero en el caso que sea el Estado quien falla. Así por ejemplo, las decenas de madres de mujeres asesinadas en Ciudad Juárez (México) a manos de delincuentes comunes o traficantes quedaron prácticamente en la indefensión porque el Estado nos las atendió, ni investigó, ni dio respuesta su derecho humano de acceso a la justicia (allí actuó la Corte Interamericana condenando al Estado). Lo mismo ocurre con las familias de la novena región afectadas por hechos de violencia, el INDH también se está haciendo cargo de ellas por la eventual desidia del Estado de Chile en su amparo y acceso a la justicia.
5.- No está bien que grupos de personas, partidos u organismo o se atribuyan la protección o la vocería de las policías, las fuerzas armadas o algún poder del Estado. Esto puede ser explicado como una expresión del clamor popular o de solidaridad con la misión de aquellos, pero históricamente estas alianzas han tenido efectos nefastos, porque han colocado a los amigos del pueblo por un lado y a los aliados de las policías en la trinchera opuesta.
Por Alberto Ortega Jirón
Defensor Regional de O’Higgins






















































